capitulo 5 "Mí Jefe"

540 59 13
                                    

Narra betty:
La verdad es qué nose quién está más confundido si Petter o yo.

-¿Quién ese tipo, betty? - me interrogó Petter con su típico tono celoso, sobreprotector y desconfiado.-

-Mi jefe. -respondí sumida en la confusión.-

-Pues ve. ¿Qué esperas? Un hombre que corre desesperadamente por las calles gritando tú nombre ah de necesitarte con urgencia. ¿No?

Su tono era frío y distante. Tanto que si su voz fuera un objeto podría asegurar que sería un bisturí perfecto e exageradamente afilado.
Odió cuando su lado sobreprotector y hipermega celoso sale a flote.

-Vamos Petter, no me digas que te has enojado por esto. ¿Verdad?
Yo ni siquiera tengo la culpa de esto y tú lo sabes.

-Pero sí yo no he dicho nada Beatriz, valla tranquila no haga esperar más a su "jefe".
-Remarcó la última palabra.-

-¿Te quedas a esperarme? -le interrogó.-

-Sí.

Genial ya empezó a hablar en monosílabas, típico de Collins cuando se enfada por algo.

-¡Estupendo!. -El no es el único jugador de este odioso juego.-

El sólo ignoró mi comentario.
Por mi parte solo caminé a dónde se encontraba Don Armando, Quién se encontraba algo agachado con las manos sobre sus rodillas y su respiración muy agitada.

-Em... Emperatriz.. -Me dijo con la voz agitada-

-Don Armando ¿qué le sucede? Tomé aire, respiré un poco. ¿Le puedo ayudar en algo?
-interroge con preocupación.-

-Sí, Emperatriz acompañeme a la oficina por favor.. -contestó a la vez que su voz retomaba su entonación habitual.-

-¿Para que doctor?

-Solo acompáñame por favor ¿Sí?

-Bueno, vamos doctor.

-Emperatriz, antes de irnos me haría el favor de ir a buscar sus pertenencias..

-¿Para qué, doctor? -salte defensiva.- le aseguró que no me eh llevado nada que no sea de mi pertenencia.

-Eso yo lose, acompañeme por favor.

Caminamos hacia la entrada de la empresa dónde el portero nos abrió dándonos paso a la recepción.
Luego de decender del elevador nos dirigimos hacía la oficina presidencial, de reojo pude ver la cara de la secretaria qué sonrió triunfosa al ver como era echada de la compañía.
Me di permiso de esbozar una pequeña sonrisa que ella notó.

Una vez dentro de la oficina:

-Emperatriz Hágame un favor y ordené sus cosas en el escritorio.

-Pero Doctor, yo no lo quiero meter en problemas con su novia y .... -me interrumpió.-

-Nose preocupé por eso usted haga lo que yo le pido ¿Sí?

-Pero Doctor...

-¡¿Pero qué Emperatriz!? - Se exaltó y dio un grito que me hizo sobresaltar.-
Haga lo qué le pido por favor...

-Esta bien, doctor... -murmure y mire hacía abajo en dirección al suelo..-

-Señorita, vea Hágame el favor y instale todas sus cosas en su escritorio nuevamente. -suavizo su tono.-

-Disculpeme Doctor, pero no lo creó conveniente.
A su novia no le caigo bien y la señorita Fernández menos, Cada que pasó cerca de ella recibo alguna ofensa. Nadie me quiere en esta empresa y no creó que sea un buen ambiente en el cual yo pueda ejercer mis tareas laborales. -finalize mi discurso con mi voz tan temblorosa que parecía que un ganzo estuviera hablando.-

Me enamoré de un Ángel 🦋Onde as histórias ganham vida. Descobre agora