No creía en la suerte, jamás la había tenido así que algo estaba cambiando pero quizá era necesaria un poco de esperanza para devolver al mundo la igualdad que tanto ansiábamos.

—Lo sé —dije finalmente sabiendo que apenas quedaba un sorbo desde hacía varias horas y también que muy probablemente ese sorbo Ryan lo reservaría para mi.

Algo me había hecho creer que Ryan estaba dispuesto a morir en aquella misión, realmente no sabía si era remordimiento lo que le había hecho seguirme hasta aquí, algún sentido de protección innato o algo que se escapaba a mi juicio, pero lo cierto es que eso le daba un plus de valor aunque jamás fuera a reconocerlo.

—Y sabes tan bien como yo que no vamos a encontrar lo que buscas antes de que nos quedemos sin fuerzas para seguir caminando —mencionó como si fuera un hecho y a pesar de ello no parecía un reproche.

—Tal vez —dije sin perder del todo la esperanza.

Seguíamos el recorrido del sol hacia el oeste, en aquel momento le teníamos sobre nosotros, hacía calor y nada me habría gustado más en el mundo que estar bajo aquella ducha sintiendo como el agua empapaba mi piel, eso me recordaba a Declan y lo deseché rápidamente de mi mente.

Durante aquel viaje había pensado demasiado en él, más de lo que mi propio juicio se permitía hacer y por algún motivo sabía que algo dentro de mi no estaba bien.

¿Por qué no dejaba de evocarle en mis pensamientos?, ¿Porqué tenía que dormir cada noche pensando en sus manos recorriendo mi piel?, ¿Replicando sus besos en mi mente y tratando de recordar cada acto que compartí junto a él?

No lo entendía, llevaba cinco días lejos de aquella casa y aún necesitaba recordar aquello para conciliar el sueño, incluso cuando mis pensamientos eran dirigidos hacia la misión, hacia mi hermana o incluso en el propio Ryan, mi mente se deshacía de todos ellos para tener la visión del rostro de Declan profundizando mi alma.

¿Por qué?¿Por qué no era capaz de olvidarle?

Supuse que a estas alturas él habría dado por perdida la búsqueda si es que me había llegado a buscar y que jamás me encontraría, tal vez diera por sentado que nunca más volveríamos a vernos como así tenía pensado el día que salí por aquella puerta, de todos modos le había hecho un favor largándome, así que resultaba beneficioso para él no tener que pedirle favores a nadie para que se quedase conmigo.

Pero, ¿Quería realmente volver a verle?

«No Andra. Él pretendía deshacerse de ti, ni siquiera merece la pena que evoques su recuerdo»

Durante horas guardamos silencio, tal vez porque así conservaríamos las pocas energías que nos quedaban.

—¿No vas a reprocharme habernos condenado a la muerte? —mencioné cuando estaba atardeciendo y el sol estaba a punto de ponerse.

No nos quedaba comida, los pastos eran tan llanos y carentes de vegetación que era impensable encontrar algo con vida que comer. Tampoco nos quedaba agua, bebí el último sorbo que quedaba hacía una hora y aunque Ryan era más fuerte que yo, podía notar la falta de sed en su rostro, estaba sediento y más que agotado.

—Creo que ya no servirá de nada —articuló con una mueca que ni siquiera era una sonrisa.

Normalmente andábamos hasta que la luz era insuficiente, pero en aquella ocasión sentía como realmente mis piernas se adormecían.

—Creo que será mejor que descansemos, debemos reservar las pocas energías que nos quedan para mañana —mencioné deteniéndome y mirando a mi alrededor.

C O H I B I D AWhere stories live. Discover now