Todo Comenzó con un Barco.

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-Gracias, pero no está en venta- Le explicó el reportero con gran educación para darle a entender al recién llegado que no estaba interesado en su propuesta.

-Oigan, entiendan, lo hago por su bien- Abogó el hombre del sombrero para tratar de convencerlos, todo en él llamaba la atención pero, a ojos de Bélier, lo más alarmante era el inexplicable nerviosismo que escapaba de él en su fallido intento por forzarlos de dejar aquella inusual maqueta atrás.

-Disculpe señor, pero no podremos ayudarlo si no nos explica qué sucede- Sentenció Camille seriamente al ver que la discusión no iba a ningún sitio, él quería la embarcación, pero ellos no iban a venderlo sin una buena razón. -¿Por qué quiere el barco?, ¿Qué es tan importante cómo para no dejarnos ir?-

-No creo que lo comprenda señorita, pero están a punto de adentrarse en un mar de peligros- Les advirtió el americano evadiendo sus preguntas y logrando que ambos se preocuparan aún más por la situación.

-¿A qué se refiere señor?- Cuestionó el pelirrojo sin comprender a qué se refería pero, nuevamente, el hombre del sombrero no estuvo dispuesto a responder sus interrogantes, sino a darle un nuevo ultimátum.

-Se los advierto, desháganse del barco y olvidenlo ya... Esas personas no juegan limpio- Fue lo último que dijo el americano antes de perderse entre la multitud y dejar a ambos belgas con gran angustia en su corazón.

-¿Pero qué personas?- Preguntó la castaña inútilmente al verlo partir, a pesar de eso, ellos aún no eran conscientes de que su respuesta estaba justo a sus espaldas.

-Magnífico- Fue la voz que los devolvió a la realidad, una que pertenecía a un hombre castaño de elegante presencia, marcado acento británico y llamativo traje color rojo. -Esto es... Magnífico. No lo envuelva, me lo llevaré tal cual, ¿Alguna objeción en que le pague con cheque?-

-Si quiere comprarlo, hable con el chico y la señorita- Le informó el Sr. Crabtree al notar que, claramente, él ya no recibiría ningún trato.

-Entiendo, bueno... Que el chico y la señorita le pongan precio- Propuso el recién llegado ante esa aclaración, provocando la furia del vendedor y el desconcierto de ambos involucrados.

-"¿Qué le pongan precio?"... Increíble, ¡Diez años vendiendo baratijas y me pierdo el "Ponga el Precio" por... Apenas un minuto!- Se quejó el frustrado comerciante, sólo necesito un minuto de su tiempo para perder la mejor oferta de su vida y, como resultado, había obtenido un "Lo Siento" susurrado por parte de la joven oriunda de Brujas quien, para su sorpresa, se sentía sumamente culpable por todo lo sucedido.

-Pues, lo siento... Ya se lo explicamos al otro caballero- Dijo Tintín antes de que el Sr. Crabtree le diera una descripción más detallada sobre el negociante anterior. -No se vende-

-Déjenme apelar a su... Buen corazón, acabo de adquirir el Castillo de Moulinsart y ese barco, como seguramente sabrán, formaba parte de la propiedad... - Comenzó a argumentar el recién llegado con la esperanza de que el muchacho o la chica cedieran ante su explicación.

-Del difunto capitán- Dedujo la castaña seriamente al recordar la historia que el vendedor había les había contado antes de estás inusuales ofertas.

-La familia pasó una época difícil, lo perdieron todo y, desde entonces, no han podido retomar el cauce- Agregó el hombre del traje rojo con gran dramatismo en su voz para intentar redondear y así convencerlos. -Estamos hablando de generaciones de bebida y conducta desenfrenada... -

-Coincido, es una historia muy triste, pero la respuesta aún es NO- Lo silenció Camille rápidamente al ver que el recién llegado no tenía ni la más mínima intención de abandonar aquella embarcación.

-Perdone, pero como ya le ha dicho la señorita, NO se vende... Hasta luego señor- Sentenció Tintín respetuosamente al tiempo que él y sus compañeros abandonaban la feria, dejando atrás a un molesto hombre del traje rojo.

-¿Qué diablos ha sido eso?- Preguntó Bélier sin entender aún lo que había sucedido... «¿Por qué el repentino interés por ese barco en particular?, ¿Y por qué ahora?, ¿Por qué no antes?».

-No lo sé Camille, pero me propongo descubrirlo- Declaró el joven reportero al sentir un extraño corazonada en relación a ese barco... Realmente, no sabían qué era lo que esperaban, ni a dónde los llevaría está inesperada investigación, sólo sabían que tendrían responder a varias preguntas sobre el misterioso Unicornio.

Top Of The World 🧭 (Las Aventuras de Tintín).Where stories live. Discover now