Decidí ponerme lo mejor que podía en ese momento, ya que no tenía fuerzas a penas... me decidí por un vestido color rosa clarito

Salí, de mi cuarto, en busca de Chipre para que me acompañara a la cena, a llevarme mejor dicho, al llegar a casa de Albert, Chimb

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Salí, de mi cuarto, en busca de Chipre para que me acompañara a la cena, a llevarme mejor dicho, al llegar a casa de Albert, Chimb... me dolía llamarlo así, vi a mi pequeña más hermosa que nunca,

Quizás sería estos meses sin verla, pero sentía, que cada vez se parecía más a la madre de Chimb

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Quizás sería estos meses sin verla, pero sentía, que cada vez se parecía más a la madre de Chimb... él me enseñó una foto hace meses, y he de decir que son identificas... Albert parecía que llegaba justo en el momento que entre yo, cuando estaba abrazando a Hilda entró el en casa, venía de fuera, venía con unas gafas de sol, una camiseta verde militar con un neceser en el brazo y unos tejanos negros...

Ya entendía porque todas estaban detrás de él, era tan sexy

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Ya entendía porque todas estaban detrás de él, era tan sexy... que con solo mirándole una simple mano, ya querías casarte con el, pero no sabiendo los problemas y riegos que correrás al estar a su lado, si no, no querrías ni mirarle...

-Bienvenidos -dijo sonriente la asintenta, Mari.
-Gracias, puedo ayudarla en algo? -ella negó con la cabeza y se fue, dejándome sola con el, solo quería besarle, abrazarle, decirle que el único hombre que desee fue a él. Pero no, mi orgullo no me dejó.

-Sientate. -me dijo, no, no me dijo, me ordenó y yo como buena anormal le hice caso. -tenemos que hablar a cerca de la niña. -que le pasaba... porque de ella -haremos custodia compartida, por eso hoy estas aquí, será un fin de semana con cada uno, y las semanas serán 3 días conmigo y 2 días contigo, quitando los fines de semana.

-No. -dije, el se había levantado y se giró a mirarme.
-No? -me dijo
-No, porque contigo 3 días, y yo solo 2
-A ver si te queda claro... -se acercó mucho a mi, posando sus manos en el sofá donde estaba. -La niña, es mi hija, mia, no tuya, da gracias que te dejo verla, porque una fulana como tú no merece ni los buenos días. -me dolió, que el amor de mi vida, me dijera eso, me dolió.

-Fulana? Y tú que eres? Llevas más de 200 chicas pasadas por tu cama estos meses. Yo me tiro a un hombre a solo uno! Y me dices todo eso?! -dije gritando.

-No te confundas yo te quiero a t... -le interrumpí.

-Ahora me dirás que me quieres, que esas chicas no son nada, que la mujer de tu vida soy yo. Pero sabes que? Que me hartaste, ya no puedo más con tus miradas de asco, con tu cara al ver tus celos de mierda, no puedo más, y cada vez que estoy cerca tuyo, pasa algo, alguien muere, o sale herido. Pero a ti que te va a importar, si solo miras en ti, como la gran escoria y egoísta que eres, que fuiste, eres, y serás para toda tú miserable vida. Ahora voy a ir a por TU hija, se vendrá conmigo a dormir.
-me aleje de él, viendo como no decía nada, sabía que tengo razón, así que no hizo nada más que asentir. -Hilda! Cariño! Vamos... -dije viendo como mi niña corría hacia mi.
-A donde mami...
-Quieres venir a dormir conmigo? -asintio con una sonrisa de oreja a oreja. -véte a despedirte de Mari y de tu padre. -fui a la cocina para disculpar el irnos a Mari, ella solo asintió y siguió con lo que estaba haciendo.

-Adios chiquita... -le dijo Albert a la niña. Le mire, vi como le caía una lagrima, y cuando estábamos yéndonos no dudé en soltar otra, Chipre subió a la niña y fuimos hacia mi casa. Ya ahí le di un baño y la acosté en mi cama, se quedó dormida, no ceno, ya que venía muy cansada, Chipre estaba haciendo algo de cena que olía exquisito...
-Que haces oso...
-Sopa de huevos con tomate...
-Emm... me dejas probarla?
-Que remedio... -dijo riéndose mientras se hacía a un lado.

Después de una hora, ya cenados me dirigí a la habitación, abrace a la pequeña mientras las lágrimas se apoderaban de mis mejillas, le amaba, pero le odiaba por quererle, pero no permitiré que me hablara así. Caí rendida, abrazada a la pequeña, me dormí...

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