CAPÍTULO 28

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EL ENEMIGO

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JESSICA FAVRE

No fue capaz de hacer una mueca cuando su hermano se inclinó cerca de su rostro, con una sonrisa de oreja a oreja. 

—Abel... Abel—Repite su nombre, Atlas lo golpea en la nuca bruscamente. El levanta su mirada grisácea hacia su hermano, incrédulo —¿Pero que hice?

Atlas lo empuja lejos de ella.

—Sabe perfectamente como te llamas, idiota. Limpió tu mierda cuando eras bebé. No recuerda a corto plazo.

Abel se masajea el lugar de golpe con una mueca lastimosa.

—Haberlo dicho antes, imbécil, no tienes que golpearme. —espeta entre dientes.

Me volví a Amina y trate de recordar los detalles de su rostro, su cara sin expresiones de ningún tipo, levantó la mirada hacia mí, sus ojos tenues me observaron expectantes simplemente para obedecerme al pie de la letra.

Eso era obra de Liayh, de no volver, deberá ser entrenada como la segundo al mando, y no como una amiga. Claro que Liayh solo ve las ventajas en aquella mujer desconocida para mí.  El desarrollo de su trastorno de personalidad había vuelto, haciéndole imposible sentir una emoción, esa caja de pandora que la atormenta desde su existencia y que tantos años se esforzó en callarla.

La Amina psicópata ha vuelto. Su conexión con la manada seguía, fiel al reglamento, y a Liayh, esa era unas de las razones porque ella no ha intentado que recuerde los sentimientos que alguna vez tuvo, si es que los tuvo.

Es más fuerte, más correcta, más despiada. Claro que había uno problema, uno grave.

No recuerda a Diana.

La ingesta involuntaria de la sangre de ella, genero un agujero negro en la memoria de Amina que succionó los recuerdos y el hueco se llenó con: la luna suprema, una luna más que cuidar, solo lo que mantiene viva a la Alfa. Quizás sea lo mismo. Quizás sea favorable, como dice Liayh. Pero para Diana no será lo mismo, era muy cercana a Amina. Lo sé. Y aunque me duela admitir, más cercana con ella que conmigo.

—Atlas y Abel, te darán un recorrido por el pueblo para que te orientes. —le dije, antes de soltar las cadenas de sus pies, y sus manos.

Se levantó inmediatamente.

—Como ordene, Alfa—hizo una pequeña reverencia.

Claramente disgustada, bufe. Jamás en la vida me había llamado así, si no era para burlarse o regañarme.

— Mañana vuelves a tus labores como guardiana, Amina —mencione.

La reverencia otra vez.

—Como ordene, Alfa.

No lo soporto. Con Carlos la cosa se pondrá más difícil de lo que esta. Sin ganas de discutir, remoje mis labios para darle otra orden, que espero acate con obediencia:

—Dime Jessica, y sin la reverencia.

Asiente, con la postura rígida. —Como ordene, Jessica.

Le hice una ceña con la cabeza a sus hermanos. Ellos se acercan con una estúpida sonrisa, antes de que pudieran tocarla, ella se mueve al otro lado de calabozo abruptamente, con sus ojos negros y los colmillos afuera. Los Belanger, quedaron con los brazos en el aire, sorprendidos.

Black Onyx [1]Место, где живут истории. Откройте их для себя