Mi ya llevaba 10 minutos que no regresaba, solo estaban 2 agentes, bajamos del avión, pero Mi seguía sin venir, subí y me adentré al baño, pero no estaba ahí, donde carajos se había metido. Seguían sin aparecer los otros tres agentes... fui más atrás, atrás del avión, y vi a Make herido de bala en la pierna.
-Dios! Make!
-Señor estoy bien... debe saber algo...
-Dime...
-Se la han llevado. Esos dos agentes nuevos, son infiltrados para secuestrar a la señorita, la acorralaron en el baño, le juro que intente protegerla. -me decía sollozando.
-Donde se la han llevado... eso es imposible.
-Acaban de bajar por la puerta de emergencias, corre! Sálvala!

No sabía dónde iba, no los veía, solo corría en busca del amor de mi vida, la habían secuestrado, y no fui capaz de protegerla, soy una escoria, ella tenía razón. Vi a uno de los guardas, solo había uno, estaba montando a un coche negro, de ahí salían gritos. Estaba seguro que era ella, que era Mi. Corrí lo más rápido que pude y cuando estaban arrancando saqué la pistola para disparar a las ruedas, y así que no pudieran ir a más. Uno de ellos bajó apuntándole con un arma a Mi, estaba llena de golpes, seguramente quería irse y no la dejaron. Le dispare en la cabeza, he de admitir que se me da bien disparar, tengo una muy buena puntería. Cayó al suelo inmediatamente, el otro salió con dos pistolas apuntándome, le disparé lo más rápido que pude, pero él fue más rápido, me disparo en el pecho, no sentía nada, ni la sangre, le dispare en el lado izquierdo del pecho, lo que hizo que cayera inmediatamente, soltando las armas. Mi cogió las pistolas y corrió hacia mi. Me abrazo, me beso, se sentía aterrorizada, hasta que vio la sangre en mi camiseta blanca.
-Al... Albert...
-Shhh... todo está bien.
Salimos de ahí llegando al coche de los otros agentes que estaban intentando reanimar a Make. Uno de ellos me cargo en el coche junto a Mi, fuimos al hospital más cercano.

Mi
Ver a Albert herido... me paso la vida por delante, era el amor de mi vida, y no pude hacer nada para que no pasara, si en ese momento no hubiera confiado en ese agente... no estaríamos así. Salió el doctor.

-È stabile, ma rimarrà in revisione, puoi entrare se lo desideri (Esta estable, pero permanecerá en revisión, puedes pasar si lo desea)
-grazie dottore (Gracias doctor). -Entré estaba con los ojos débiles y una sonrisa mirándome, corrí hacia el, lo abrace, le bese, le acaricie, besaba su frente, no podía quedarme tranquila, sin agentes aquí, así que llame a Ceci, ella está bien, obviamente no le conté nada, solo quería hablar con ella un poco...
-Perdon -me susurró Albert en el cuello.
-No tienes porque pedirm... -me interrumpió.
-Sigues queriendo quedarte?
-Nunca me querré ir, te amo Albert.
-Mi vida dependerá de ti, te amo más amor.
Después de unas horas pudimos irnos a la casa de Make, era una casa muy grande, en ella estaba Hilda corriendo hacia nosotros, una mujer de pelo blanco muy agradable, y en las escaleras un agente, que no me daba buena pinta, era como si lo conociera de algo, hasta que vi su cicatriz.
-Albert ven.
-Espera voy a...
-Que vengas joder! -salimos de la casa, Albert no sabía que pasaba.
-Ese hombre de ahí no es bueno, los agentes que intentaron secuestrarme, ese hombre estaba en ese coche, y me estaba diciendo no sé qué de suya, Albert sácalo de aquí.
-Amor no te preocupes, es muy amigo mío, siempre lo ha sido.
-Porfavor.
-No. Michelle, no tenemos casi agentes en Italia, no voy a despedir a uno de ellos necesitándole...
-Cada día me doy cuenta que siempre vas a ser ese tipo egoísta, como cuando te conocí. -sin darme cuenta esas palabras ya han salido de mi boca. Le miro a los ojos un segundo y me voy para el interior de la casa, cojo a Hilda y me subo a lo que sería nuestro cuarto, pero pedí uno separado del de Albert. Al llegar a la habitación de Albert recosté a Hilda y me fui a la que sería esa mi habitación, me di una ducha, para quitar los restos de sangre que había de Albert y los míos por intentar escaparme de esos bestias. Me sentía protegida con Albert, pero no me escuchaba, y no podía dormir con alguien que no me hace caso cuando depende de nuestra vida. Me acosté, y sentí unos gritos, me estaba llamando...
-Michelle! Michelle! Porfavor! No otra vez no! JODER! -estaba gritando por toda la casa buscándome. Salí de mi cuarto y me fui al salón, de ahí venían esos gritos, cuando lo vi estaba con un arma y iba a salir, estaba a espaldas a mi.
-Por que gritas? -se asustó tanto que me apunto con el arma -baja eso!
-Perdon... amor perdón... pensé que te habían vuelto a... déjalo... -corrió a abrazarme -No me hagas esto, no te vayas, porfavor.
-Que dices?
-Surke ese agente me dijo que te irías a coger un vuelo a México.
-Que vuelo, de que cojones hablas...
-No... no te vas?
-No
-Ese agente se va a ir a la puta calle.-Salió de ahí gritando su nombre con el arma y lleno de furia.
-Dígame Señor.
-Te quiero fuera de aquí en menos de 10 minutos, y no te acerques a mi familia, o lo vas a pasar mal. -se fue Albert a ver a Make... y Surke se acercó a mi.
-Escúchame bien, porque no te lo repetiré, vendré por ti, nos casaremos, y serás completamente mía, te lo dije en el auto la otra vez, no te lo repetiré.
-No hará falta, por qué en menos de un segundo estas muerto. -se dio la vuelta y le pego un tiro, Albert ese chico que iba con furia, ese, el balazo se fue directamente a su cabeza, lo que hizo que cayera encima de mi, llegó Albert y le pego una patada para apartarlo de mi, estaba lleno de furia, le golpeo, aun estando muerto, le pego, hasta que su cara quedó deformada, el me miro, sus ojos seguían inundados en sangre, quería matar, rogué por mi vida...
-Que te pasa? -me pregunto mientras yo temblaba.
-Me... me pegarías?...
-No digas idioteces, no le haría daño al amor de mi vida. -le abrace, solo lloraba, mi vida había cambiado en solo un mes... nos dirigimos a la habitación libre, se acurrucó en mi pecho, se durmió y yo hice lo mismo...

Nuestra adición Where stories live. Discover now