–La amo –reconoció con sencillez. No necesitó mirar para saber que Garrett había puesto en blanco los ojos–. ¿Qué? ¿Acaso vas a decir que no te has sentido así antes?

–Sabe bien que...

–Me refiero a algo... adulto, Garrett. No al cariño que sé sentiste por mi hermana.

–¡Yo la amaba! –gruñó Garrett.

–Lo sé, pero no fue nada como lo que sientes ahora, ¿cierto?

–No sé a qué... –Garrett se detuvo–. ¿Qué quiere decir? Y... ¿acabo de hablar en pasado? –musitó, incrédulo.

–Eso parece –Wes ladeó la cabeza y sonrió cuando Lara volvió el rostro hacia él–. ¿No ha habido nada inusual, espero?

–Nada... aún.

–Excelente. Ahora, deberías ocultarte o perderte entre los arbustos.

–¿Me está despidiendo?

–No, simplemente creo que será más sencillo para ti y menos embarazoso para Lara si la beso mientras tú no estás mirando.

–¡Oh, por todos los demonios! –clamó Garrett y se giró de inmediato, alejándose a grandes zancadas. Weston largó una carcajada y fue hacia Laraine, dispuesto a cumplir sus palabras de inmediato.


***


Lara no había pensado que ella pudiera disfrutar de algo tan sencillo como pasear por el bosque, de la mano de su esposo, sin ningún propósito establecido. Eso era algo fuera de lugar en su vida, donde cada acción tenía una razón de ser. Pero este día, estos momentos, solo eran y nada más. Existían, sin un motivo aparente más que el disfrutar de la cercanía de Wes a la luz del día.

Tomó aire profundamente, asió con más fuerza la mano de Wes y miró hacia el cielo azul. Sonrió levemente.

–Te ves preciosa, Lara.

–¿Wes? –inquirió y, al mirarlo, se encontró con sus ojos clavados en ella–. No digas eso.

–¿Por qué no? Es la verdad.

–No lo es, no soy... –Lara suspiró–. ¿Debería preocuparme que parezcas saber tu manera con las palabras?

–¿Yo? ¡En absoluto! Deberías escuchar a mis hermanos, todos ellos sí... bueno, excepto Robin, él no tiene ningún encanto en absoluto. Aún es un misterio para nosotros entender cómo logró enamorar a su esposa –soltó, pensativo–. Quizá fue por el matrimonio arreglado –se encogió de hombros–, aunque ella parece sentir algún cariño por él.

–Robin... ¿vendría a ser cuál de tus hermanos?

–El segundo. En realidad, él y Heath son gemelos, pero sigue siendo el segundo. Algo que no ha podido superar –ocultó una sonrisa, divertido–. Solían ser muy competitivos. Antes de la guerra, dudaba que hubiera manera de que pudieran compartir el mismo techo durante mucho tiempo sin matarse el uno al otro. Ahora ese ya no es el problema, sino el caos que arman sus hijos cuando están bajo el mismo techo.

–Tienes una familia grande –murmuró Laraine, tratando de imaginar cómo se sentiría aquello– y unida –añadió.

–Sí. No siempre fue fácil, pero tratamos de estar los unos para los otros.

–Excepto para ti.

–¿A qué te refieres?

–Te enviaron a Nox. Solo. Nadie ha venido a tu encuentro. No saben si...

–En absoluto –cortó–. De hecho, la elección de venir a Nox con una comitiva mínima fue mía, creo haberlo dicho antes. Y tienen sus familias, además que he intentado enviar noticias con regularidad. Sin embargo, yo no asumiría nada aún, Lara.

–¿Qué quieres decir?

–No lo sé, quizá sea la cercanía a ti, pero creo que es seguro predecir que pronto alguno de ellos vendrá de visita.

–¿La cercanía? ¿Me estás llamando adivina ahora? ¡No predigo el futuro, Weston!

–¿Ah no? Entonces, ¿qué hacen las brujas, Lara? ¿Solo enamorar irremediablemente a almas solitarias que vagan como fantasmas por los alrededores?

–Eres un... –Lara se mordió los labios para no reírse a carcajadas. Dioses, como adoraba cuando Wes soltaba esas idioteces y sus ojos brillaban de diversión. Hacía que quisiera saltar a sus brazos y quedarse ahí, atrapada en su alegría–. Wes... –tragó con fuerza, al notar que algo en su mirada había cambiado–. ¿Qué?

–Ríe, Lara. Suéltalo todo. Conmigo, puedes ser tú. Déjate ir –ofreció y abrió los brazos. Ella no lo pensó, no quería hacerlo. Se lanzó hacia ellos y se dejó envolver por su calidez. Por la vida que irradiaba de su Wes.


**He tenido semanas complicadas, pero quería pasar a saludar y dejar un nuevo capítulo. Espero que se encuentren bien, dentro de lo que se puede, saludables. Un abrazo**

Cuatro Momentos (Drummond #3)Where stories live. Discover now