Destino Parte 2

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Una vez en las afueras del lugar, el alfa guió al moreno hasta su coche que descansaba en la zona trasera del local y se encaminaron hacia el departamento de este.

Víktor vivía en una buena zona de la ciudad, más su departamento era bastante sencillo, ordenado y limpio. La decoración era modesta pero de buen gusto, reflejaba muy bien la personalidad del dueño; estoica, implacable, pero a la vez acogedora.

Le ofreció algo de beber y el cresta aceptó de inmediato. A continuación se acomodaron en uno de los sillones, el ruso mantuvo una distancia prudencial para no invadir el espacio del moreno más este lo acortó de inmediato, no queriendo perder aquella cercanía que habían adoptado a lo largo de la noche.

— Gracias por hoy — Susurró el omega con dulzura dejando su vaso en la mesita de centro.

— Yo también quería agradecerte, mi vida generalmente es muy aburrida — rió Volkov.

— Pero ¡¿Qué me dices?! — Exclamó haciendo movimientos exagerados con las manos. — ¡Tu vida debe ser impresionante!

— Siempre sentí que me faltaba algo, hasta que llegaste tú — Confesó. Pasó su mano nerviosa, peinando sus hebras color plata. — E-Es extraño, lo sé, ya que nos conocemos hace poco, pero-

— Te entiendo Vik, yo me siento igual —Interrumpió al contrario. — Pude sentirlo desde el primer momento en el que te vi.

Sus ojos se encontraron y el magnetismo fue instantáneo, con lentitud fueron acercándose el uno al otro, hasta que Víktor comprendió lo que estaba por pasar.

Iba a besar a Horacio, y probablemente hacer muchas cosas más si no controlaba sus instintos. Trató de mantener la cabeza fría, ignorando esa presión que hacía su alfa en él para continuar, no quería que el menor pensara que solo debía hacerlo por estar ahí con él.

Pero no podía engañarse, tomarlo era lo que más deseaba.

Horacio al ver la duda en los ojos del alfa, fue más audaz. Liberando un poco de sus feromonas llamó al alfa y acunando su rostro entre sus manos, proporcionó caricias que destensaron al hombre frente a él. En ese momento cerró sus ojos para indicarle que tenía todo el consentimiento para continuar el contacto. El primer rose fue tímido, suave y cálido.

Víktor enredó sus dedos en el pelo del menor, acariciando suavemente, dándole soporte. Ambos siguieron moviéndose cada vez con más confianza. El omega de Horacio no podía estar más feliz, los alfas con los que había estado antes solían ser muy demandantes desde el primer beso, Volkov lo trataba con una delicadeza única sin necesidad de apagar el fuego entre ambos.

Con suavidad, Horacio se puso a horcajadas del mayor sin parar de besarle, acariciando cada parte de piel que pudiese encontrar, deteniéndose en sus amplios hombros, muscular torso y quijada.

Dejando caer su peso contra él, rozó las entrepiernas con movimientos circulares. Sus brazos atacaron directamente su cuello, arañando y bajando por detrás de la espalda, para luego volver a subir y tirar con fuerza los cabellos plateados, Volkov soltó un gemido gutural, rompiendo el beso de forma brusca para recuperar el aire que faltaba en sus pulmones. Horacio lo miró atónito unos segundos, jadeante, era sorprendente y satisfactorio que un hombre callado como él pudiese emitir sonidos así.

Y joder que le había gustado, quería probar hasta donde podía ir con todo eso.

— Viktor, llévame a tu habitación — murmuró jadeante contra sus labios, sin despegar la mirada de aquellos belfos hinchados.

Volvieron a unir sus labios, esta vez de manera más hambrienta, permitiendo el ingreso del otro a explorar su cavidad, lamiendo el labio inferior sin cuidado, delineando el interior húmedo con su lengua.

STREETS - VOLKACIO (Omegaverse)Where stories live. Discover now