Era el final de una tarde como cualquier otra, los estudiantes de la universidad local estaban saliendo mientras que otros aún permanecían en el recinto. De entre todos los estudiantes, una chica de nombre Chloe, sale apurada de la universidad.
En el camino un chico la trata de detener.
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—Hey Chloe me preguntaba si quisieras salir a dar una vuelta.
— Ahora no puedo, otro día será.— Chloe pasa corriendo y en seguida lo deja atrás.
Luego se dirige a su trabajo de medio tiempo, un restaurante chino, ahí empieza a trabajar como mesera durante el turno de la tarde.
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Tras finalizar su turno y antes de irse del local sus jefes la detienen y le dan algo de dinero y comida.
— Pero ya me adelantaron el pago de esta semana — reclama Chloe— no puedo aceptar este dinero.
— Tómalo — le dice el jefe — es solo una propina por tu arduo esfuerzo.
— Si, eres de gran ayuda — agrega su jefa.
— Muchas gracias, les debo mucho.
— Nos ayudamos mutuamente, ahora vete antes de que sea más tarde —dice el jefe.
— Hay suficiente comida para tu hermana y para ti —
— De nuevo muchas gracias, mi hermana estará encantada.
Una vez que Chloe se marcha del lugar se dirige a su casa, pero antes de eso pasa a buscar a su hermana menor quien era cuidada por la vecina.
— Gracias por cuidar a mi hermana el día de hoy.
— No hay de que cielo — responde la vecina.
— Espero que no le haya causado muchos problemas.
— No, que va, ella es un ángel, ¿verdad que si Amelia?
— Si—responde la hermanita de Chloe con una linda sonrisa.
