-Lo siento-intente dar mi mejor sonrisa, pero los nervios y el bochorno me ganaron, formando una mueca que hizo sonreír a Taeyong aún más.

-Podemos comer algo rápido,¿te gustaría un poco de aquella tienda de conveniencia?-señaló con su cabeza en dirección derecha, topando una pequeña tienda. Me miro esperando respuesta, y grande fue su sonrisa cuando con un simple sí le dije que moría de hambre.

Pensé que sería incómodo hablar con el mayor, jamás pasábamos de un hola y cómo estás cuando solía ir a menudo a ver a Jaehyun. Ahora que había pasado más de media hora con él, mis piernas habían dejado de temblar y los nervios de tener que hablar más de lo debido se habían esfumado.

Salimos de aquel establecimiento con dos bolsas de bocadillos, Taeyong cargando ambas con una sola mano mientras abría la puerta del copiloto para que pudiera subir, intenté ayudarle, pero se limito a negar y ponerlas en la parte trasera de la camioneta. No supe en qué momento nuestro rumbo a mi casa se había convertido en un estacionamiento de un parque mientras comíamos de aquellos dulces.

Mastique curiosa un pedazo de pan, escuchando como Taeyong hablaba de la primera vez que había manejado.

Todo se sentía sumamente tranquilo y pacifico.

Incluso cuando me dejó en la puerta de mi casa, junto con una bolsa de lo que había comprado, todo mi sistema se encontraba tranquilo.

Y aquel buenas noches que había escuchado de su parte me dieron la tranquilidad de cerrar mis ojos y caer rendida en mis almohadas.

Fue la primera vez que descanse después de tantos meses.

[ 25.2 ]

-¿Estás segura de que es necesario venir aquí?-miro inseguro el lugar, casi diciendo que no con los ojos.

Asentí, ahora más dudosa que antes, mirando la expresión de Jaehyun volviéndose más inquieta conforme estacionaba el auto.

-Venden cosas muy deli....

-No puedo exponerme así- soltó de repente, interrumpiendo mi pequeño intento de convencerlo.

Bueno, al menos lo había intentado.

Le estuve rogando más de diez minutos que llegáramos a la tienda de conveniencia a la que Taeyong me había llevado días atrás. Al principio me dio el sí tan casual, pensando que yo quería otra cosa, no se imaginaba una pequeña tienda en la esquina de una cuadra muy simple.

Después de la tarde que había pasado con el chico de ojos inmensos, regrese al día siguiente a aquel lugar; sin embargo, no se sentía tan genial como venir con alguien, caminar entre los estantes y elegir las cosas que se miraban más deliciosas.

El camino de regreso a casa la pasé viendo por la ventana, observando el vecindario y como las personas hacia lo cotidiano. No me apetecía hablar por el momento, y a pesar que podía ser muy inmaduro de mi parte, estaba triste porque Jaehyun se había negado entrar a una tienda.

El auto se detuvo justo en una linda y muy bonita heladería cerca de mi casa.
Espere una respuesta por parte de Jaehyun, pero solo me miraba con ojos expresivos y sonreía dulcemente.

-Quiero compensar lo de hace rato.

Volví a mirar aquella heladería y después fijar mis ojos en el rostro del mayor, quién aún permanecía en espera de que posiblemente yo saltará fuera de auto y corriera a comer lo más rico.

Pero no.

Yo no quería comer un estúpido helado.

Quería volver a probar los caramelos de sandía y aquellas gomas que picaban hasta la nariz.

Quería......

Yo quería....

¿Qué quería realmente?

-Vamonos a casa Jae.

La sonrisa en sus labios desapareció al instante en que vio que volví a poner mi cinturón.

-¿Qué sucede?-quite la mano cuando intento tomarla y le fue señal de mi cambio de actitud-Hye, ¿Qué pasa?.

-Quiero ir a casa,es todo.

Asintió sin insistir más, prendió el auto y tomo rumbo a casa en completo silencio.

La semana estaba por terminar, y eso también decía que estaba por salir de la escuela. los nervios me habían atacado desde que el fin de semana había aparecido, y aunque mamá estaba conmigo no debaja de sentir ese revoltijo en mi estómago, así que intenté relajarme con ir aquel lugar al que Taeyong me había llevado, pero mirar los dulces no me relajaba.
Terminé llamando a Jaehyun, pero, termino matando mis ganas de entrar.

Mire su perfil concentrado en la calle, unas bolsas bajo sus ojos y como se revolvía el cabello cada diez segundos.

Estaba cansado. Había tendió una semana intensa de ensayos y lo que hacía después de terminar era venir a verme un par de minutos, donde lo que yo hacía era jugar con mi teléfono sin prestarle atención alguna a las cosas que me decía.

Estaba siendo egoísta.

Pero serlo jamás me hizo sentir mal como ahora que lo miraba más pálido de lo normal, los labios resecos y un aspecto tan cansado que no había notado.

Soltó un suspiro volteando de reojo a verme, sonrió volviendo a intentar tomar mi mano, y esta vez no se lo impedí, entrelazando mis dedos con agilidad.

Ninguno de los dos de dijo nada. Yo giré a ver lo que pasaba por mi ventana y Jaehyun se concentraba en conducir.

Al llegar a casa y estacionar frente a la reja, me volvió a mirar. Sin las intenciones de bajar o soltar mi mano.

-Jun....

Hice un sonido en respuesta, recargando mi espalda en el asiento y mirando como volvía a pasar una de sus manos por el cabello.

-Yo.., no podré ir a verte este fin de semana.

-¿Qué?.

Mi corazón se apretó un poco al escuchar aquello, algo leve que sano
en cuestión de segundos.

Es como si hubiera estado esperando a que me decepcionará una vez más, y ese momento había llegado con aviso previo.

-Lo siento tanto cariño...pero, te lo compensaré después, lo prometo.

Beso mi mano una y otra vez, mientras la aprteba ligeramente entre sus manos.

-Esta bien, lo entiendo, no te preocupes Jae.

La sonrisa que volvió a regalarme me hizo sentir vacía, y cuando sus labios tocaron los míos ,la frialdad en ellos me dio escalofríos.

Y en este mismo instante, cuando el beso terminó y se despidió de mi, me di cuenta que todo había cambiado entre nosotros.

Ya no amaba a Jaehyun.



I WOULD WAIT FOR YOU ~~ Jaehyun NCTWhere stories live. Discover now