I WOULD WAIT FOR YOU ~~ Jaehyun NCT

CHAPTER 25

Que va, siempre tomaba decisiones que me llevaban al fracaso.

-Esta bien.

Así que pensar tanto en ello no iba a cambiar el echo de que ya estaba completamente destrozada.

[.....]

El auto de Taeyong olía a menta fresca, algo del aire acondicionado golpeaba mis piernas desnudas en el asiento delantero y la música de fondo que había en el daba una sensación diferente a la que conocía cuando subía al auto de Jaehyun o Yunho.

Era demasiado limpio, fresco y nuevo.
Revisaba mis sandalias con el miedo de ensuciarlo, o miraba el vestido que llevaba desde la mañana, temiendo que todo de mi desprendiera un olor a sudor y mal olor. Taeyong por su parte, lucía relajado en el asiento, atento al camino que le había indicado minutos atrás, sin percatarse del desastre que era por dentro al pensar en tantas tonterías.

-¿Así que pronto te graduas?

Mis pensamientos sobre mi misma quedaron sepultados al escucharlo.
Giré la cabeza para observar su perfil, pero lo que pude ver fueron sus inmensos ojos impactar con los míos unos segundos, antes de que volviera a fijarlos al frente.

-Sí, la próxima semana-sonó más como un susurro que nadie escucharía, pero la sonrisa de Taeyong y el verme de reojo me hizo saber que había escuchado perfectamente mi respuesta.

-Wow, eso es genial.

Asentí en afirmación.

Al menos la graduación era lo que me mantenía a raya. Me hacía pensar en que mamá estaría aquí en dos días y traería felicidad con ella.

La extrañaba demasiado.

Pensar que mis nuevos amigos y Jaehyun llegarían a ocupar el vacío que dejaba mamá cuando se iba fue una idea equivocada; no podía confiar en aquel grupo de personas, más cuando uno de ellos estuvo persiguiendo cada paso que daba.

Sonreí por inercia al pensar en lo que mamá pensaría de todo esto.

Seguro querría mudarse al otro lado del mundo.

-¿Irás?-la pregunta brotó de mis labios con delicadeza, natural, sin consentimiento de parte de mi cerebro para dejarla salir.

Taeyong me miro sorprendido, una sonrisa bailadora en la comisura de sus labios al verme cubrir vanamente el rostro.

-¿Quieres que vaya?

La cabeza me daba vueltas, buscando que decir ante mi metida de pie.

-S-si tienes tiempo, puedes ir-mire al exterior del auto, ignorando las miradas que me enviaba de reojo mientras conducía.

-Claro, me encantaría.

Fue todo de su parte, después de eso, un silencio se hizo entre ambos por unos minutos. El sonido de la radio llenaba un pequeño espacio, creando una atmósfera agradable dentro de aquel auto, exceptuando a mis desenfrenados latidos.

Estaba nerviosa y avergonzada.

Todo empeoró cuando un gruñido proveniente de mi estómago llamo la atención del mayor.

Su cabeza giro bruscamente hacia mi, mirando con diversión mi vientre y después darme una sonrisa gigantesca. En ese mismo instante deseaba hacer un hoyo en la tierra y esconderme.

-Creo que alguien tiene mucha hambre.

Carajos.

Ahora sí,¿Podría ser esto más vergonzoso?.