ᴋᴀʟᴏɴ

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𝗞𝗮𝗹𝗼𝗻: ʙᴇʟʟᴇᴢᴀ ᴍᴀs ᴘʀᴏғᴜɴᴅᴀ ǫᴜᴇ ʟᴀ ᴘɪᴇʟ

— la primera vez que vi a Sam, con nueve años creí que era un monstruo

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— la primera vez que vi a Sam, con nueve años
creí que era un monstruo

— ¡Oye!

— y sigo firme a mi teoría

— ¡y tu no te rías Bucky!
















































NALA NUNCA TUVO UNA INFANCIA FELIZ, con sus padres idolatrado a su hermana gemela Nasha dando una atención nula a ella, sin ningún amigo con el que hablar de su tristeza que eso le ocasionaba y el bulling que recibía en el colegio, Nala no era feliz, y en más de una vez se replanteó en terminar con todo el sufrimiento que tenía

Hasta que a los nueve años conoció a un chico unos años mayor que ella pero que le alegró un poca más la vida. Sam Wilson había sido su salvación, con sus chistes malos y bromas de mierda - como ella los describe - Sam le dio un poco de tiempo sin saberlo.

Pero cada cosa buena llega a su fin, los padres de Nala anunciaron que se mudarían a su país natal, Wakanda, solo dos días antes de la mudanza. La pobre Nala de catorce años no sabía que hacer, por lo que corrió hacia la casa de su amigo y le contó todo entre lágrimas. Wilson estuvo consolando a Evans durante toda la noche hasta que los dos se durmieron

En Wakanda todos la miraban con pena al ver como sus padres básicamente la ignoraban al completo, pero no dejó que eso la destruyera.

Un año después de soledad y entrenamiento, consiguió entrar a las Dora Milaje fácilmente gracias a su determinación, agilidad y facilidad en aprender cosas rápidamente. Fue enviada a su primera misión con sólo dieciséis años y lo mejor fue que la misión salió perfecta.

Y así fue más o menos su vida hasta los diecisiete, luchar contra enemigos y proteger al rey T'Chaka. Pero Nala se aburrió fácilmente, huyó de Wakanda y empezó a hacer misiones y trabajos a personas que le pagasen bien.

Todo iba relativamente bien, a Nala le pagaban bien y ella iba viajando de país en país como siempre tuvo. Pero tuvo que pasa algo malo, el Blib que causó Thanos destruyó a millones y Nala le agradeció a Freya - no a Dios, ella no creía en esas cosas, y le encantaba la mitología nórdica - que ella no fuese uno de los que se fueron. 

Kalon, tfatws (pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora