A prueba [CHAELISA]

Capítulo 43

—Yo estaba por pedirte el tuyo. —Intercambiamos números y en eso, el taxi disponible se detuvo.

—Bien, me voy... ¿Tú crees que... haya algún problema... si yo... te llamo en estos días?

—Puedes hacerlo cuando quieras, cualquier cosa que necesites, a la hora que sea.

—¿Y si lo que necesito es sólo... hablar contigo? ¿Conocerte mejor? —En mi estómago sentí mariposas.

—Dije que lo que quisieras. —Le sonreí y ella devolvió la sonrisa.

—Bien, me voy. —Se aceró a mí y besó mi mejilla. —Nos vemos. —Se subió la taxi con la sonrisa más sincera que le había visto en todo este tiempo, y con ese beso, ese simple roce de sus labios en mi mejilla, fue más que suficiente para dejarme en las nubes.

POV LISA

Después de aquella tarde con Roseanne, mi vida literalmente se hizo entorno a la de ella. Yo le hablaba todas las noches y le manda mensajes de texto durante el día, los cuales a veces yo no contestaba por tener mucho trabajo. Es increíble como pasó de ser una total desconocida a serlo todo. La antigua teoría de Joel ahora es nada más que eso, una teoría. Es más que obvio que ella y yo nos conocíamos desde antes. Han pasado días y siento que ha sido como mi mejor amiga durante años.

Todos los días de esa semana, ella pasó a buscarme al trabajo para ir a comer algo juntas. Incluso Jisoo y Maya habían ido con nosotras y se cayeron de maravilla.

El miércoles por la tarde, me había dicho que compró los pasajes para Chicago y que el vuelo salía el lunes por la tarde. Me emocioné tanto, que casi le destrozo el tímpano con todos lo gritos que pegué en el teléfono.

A todo esto, Joel no tenía mucho que decir. Sabía que Roseanne no le agradaba o que le provocaba desconfianza y gran parte de esa noche se la pasó diciendo 1023 razones por las cuales no debería ir, pero sinceramente, me importaba muy poco. Iba a viajar con ella, iba a ver a mi familia, a recorrer la ciudad en la que alguna vez viví... era imposible que no fuera feliz en ese momento.

Era viernes, estaba almorzando con Roseanne y recibí un mensaje de Joel.

"Sé que todo este asunto te tiene con la mente en otra parte y más feliz que nunca, pero necesito un tiempo a solas contigo. Duermo contigo cada noche y no paro de extrañarte.

¿Me concederías el deseo hoy por la tarde? Te tengo una sorpresa.

Te amo.

-Joel."

—¿Quién era? ¿Tu guardespaldas? —Preguntó mientras se llevaba una gran cucharada de helado a la boca.

—Si por guardespaldas te refieres a Joel, sí, era él. —Era cierto. No había pensado en Joel toda la semana y cuando le dije que iría a Chicago, él me dijo que quería ir conmigo y yo simplemente lo rechacé. Era algo que quería hacer sola y por supuesto no estuvo de acuerdo, pero siendo honestos, no me lastimó, ni tuve que mentirle... en verdad había algo en mí que no quería que viniera conmigo.

—Dile que te robaré sólo un par de días, para que recorras la ciudad y veas a tu familia.

—Se lo he dicho, sólo que... no le inspiras confianza.

—Que raro tu novio, yo soy adorable. —Y lo era. Cada gesto, cada rasgo que se marcaba en su rostro, su risa, la manera en la que cubría su sonrisa con su mano, todo en ella era adorable.... ¿Qué está pasando?

Volví del trabajo un poco más tarde de lo normal. Había sido un día muy pesado en el restaurante. Cuando entré al departamento, todo estaba en total oscuridad.

—Que raro...él me pide que esté aquí y ahora no está. —Dije dejando mi uniforme y mi bolso sobre el sofá. Cuando iba a encender la luz, algo me tapó los ojos con una cinta y sinceramente me asustó.

—Shh... soy yo, no grites.

—¿Qué rayos te sucede, Joel?

—Nada. ¡Ven, vamos!

—No veo nada.

—Yo te guío ¿Confías en mí?

—Claro que sí. —Tomó mi mano y la otra estaba en mi cintura, me guiaba a través del departamento. Paramos de repente, llevó la mano que estaba en mi cintura a mi cabeza para quitar la cinta de mis ojos.

—¡Sorpresa! —Susurró en mi oído y la quitó. Estaba frente a una mesa llena de comida que lucía exquisita, todo alumbrado con velas e incluso había champagne.

—Pero... ¿Qué es todo esto? —Dije encantada.

—Nada, sólo creí que te merecías una cena romántica después de los días que has pasado, además de que el lunes me dejarás solo. Ven, espero que tengas hambre.

—Por dios, muero de hambre.

Nos sentamos a charlar, también había sido una semana pesada para él, había tenido muchos turnos en la estación y al parecer, es la temporada de emergencias en Nueva York. Se notaba que estaba cansado y aún así preparó todo esto para mí. Lo adoraba de verdad.

—La cena estuvo increíble, te luciste de verdad. ¡Gracias!

—Lo que fuera por ti, amor. —Me besó. —Entonces... te vas el lunes. ¿Cuándo regresarás?

—No lo sé.

—¿Qué?

—Que no lo sé.

—Muy bien... explícate.

—No lo sé, Joel. Roseanne compró los pasajes de ida, pero no los de vuelta.

—Lisa...

—Lo siento ¿Sí? No es como si nunca fuera a regresar, pero no sé cuanto tiempo me quedaré, quiero ver a mi familia.

—Sí, lo sé pero pude haberte acompañado, te lo dije una y mil veces y tú...

—Y yo dije que no. Eres teniente en la estación de bomberos, no quiero afectar eso.

—Tonterías, mejor dime que no quieres que vaya contigo.

—No es eso.

—Bien... ¿Dónde te quedarás?

—Pues... si no es en casa de mis padres, seguramente en la de Roseanne.

—Hmm... no me agrada.

—¿Por qué no te agrada? Ella es muy linda y atenta... me ha ayudado infinitamente. Es como si la conociera de años, técnicamente es así, pero me hace sentir bien... es muy considerada conmigo como nadie y además...

—¡Lisa! —Puso las manos en mis mejillas. —Lo siento... es que si no te callaba seguirías y seguirías y ya no quiero esperar más, siento que voy a explotar. —¿Cómo que a explotar? Pensé. —Lis, yo... te amo y... —En ese momento se puso de rodillas y yo no podía creer lo que estaba apunto de hacer. —Es una suerte que por ella sepamos tu apellido. —Estaba en completo estado de shock. — Lisa Manoban... ¿Te casarías conmigo?

¡Holaa! Disculpen que no esté actualizando tan seguido, tengo trabajos finales y me consumen. Espero que la próxima semana esté más libre y pueda hacer un maratón. 🥺

P.D: Mi odio hacia Joel del tamaño del universo.