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     ─ ¡Que quiero uno igual a este, joder! No quiero que me lo arreglen ni nada de esas idioteces, ¿Acaso crees que tengo tiempo para esperar que lo arreglen, preciosa?

     Yuta exhaló violentamente y soltó el celular sobre la mesa de ventas, mientras la vendedora se hacía para atrás y abría la boca como rana esperando una mosca. ‹a la mierda con todo, ¿tan difícil era comprenderlo?› Sólo quería que le mostrasen todos los celulares y la zorrita empezaba a decirle que podía encontrar quién le solucione el asunto.

     ─ Si se sigue alterando, llamaremos a seguridad.

     ─ ¿En serio? ─ preguntó con sarcasmo, enviándole una mirada asesina ─ Jódete, mi amor ¿Quieres?

     Yuta se volvió hacia el resto de gente, quiénes lo observaban de forma extraña. Y después de empujarlos y colarse entre ellos, se detuvo al encontrar lo que andaba buscando.

     Mark se encontraba admirando una enorme televisión que mostraba videos musicales. Contuvo la respiración cuando lo sintió detrás de él y se volteó rápidamente, frunciendo el ceño

     ─ ¿Puedo preguntar qué sucedió...? ¿Elegiste alguno nuevo?

     ─ Son una mierda.

     Yuta empezó a caminar hacia las escaleras mecánicas, arreglándose las gafas, mientras tomaba a su criado por el brazo y prácticamente lo arrastraba consigo.

     ─ ¿A dónde irás? ─ cuestionó el menor, casi tropezando sobre las escaleras.

     ─ Iremos, porque tú vendrás conmigo, nene.

     ─ ¿A dónde...?

     ─ A otro lugar.

     ─ ¿A otra tienda de celulares?

     Yuta curvó una ceja, mientras salía del local electrónico y se movía hacia la derecha, soltando al menor y dándole una breve mirada repleta de seriedad.

     ─ No, nene, nos vamos a un club que está a unos cuantos metros, beberemos hasta explotar y luego compraremos droga para la semana, vas a ver cómo te relajas.

     Esperó las risas de Mark, pero nunca llegaron; Mark había abierto los labios en sorpresa, y sus ojos se habían dilatado en desesperación. Estaba muy asustado.

     ─ Lo siento, pero yo no tengo permiso de hacer eso, además mi madre me ha dicho que no me meta en ese tipo de cosas y que...

     Mark estuvo al borde de continuar, pero fue detenido por la brusca mano de Yuta, la cual lo tomó de la barbilla y lo volteó hacia él, obligándolo a que lo mire. Sintió cómo cada uno de sus huesos se estremecía y su corazón se detenía de un solo golpe.

     ─ ¿Qué sucede...? ─ Mark se atrevió a mirarlo a los ojos, aunque los desvió de inmediato.

     La mirada de Yuta era realmente seria y alterada. Se había quitado las gafas oscuras y ahora lo miraba sin interrupciones; sus ojos negros y fríos clavados en él.

     ─ En serio, Mark, ¿Por qué te crees cada mierda que te digo? Sólo te estaba bromeando, nene, era una maldita broma.

     Las facciones de Mark se suavizaron de inmediato y sintió que el alivio volvía a él, aunque no logró evitar que el calor volviese a concentrarse en su rostro con mucha fuerza.

     ─ Lo siento, sólo que tú lo dices con un tono de mucha seriedad y eso me confunde...

     Yuta exhaló y continuó caminando, colocándose las gafas oscuras de nuevo. Definitivamente, el criadito estaba enfermo o tenía algunas neuronas sin usar, ‹¿cómo podía tragarse cada cosa que decía y luego colocarse rojo?› Tuvo ganas de decirle lo patético y malditamente ridículo que le resultaba, pero sólo colocó una mueca parecida a una sonrisa en su rostro y giró hacia la derecha. Al menos, tendría alguien de quién reírse durante esas vacaciones y ese alguien había resultado alguien con un buen trasero y un buen cuerpo que tiraría hasta el cansancio para después largarse con las rubias estadounidenses que le gustaban. Y además, el criadito era bueno para la salud, porque le jodía de risa el rostro de estúpido que colocaba cuando él le ayudaba en algo o la forma en la que temblaba de nervios al sentirlo cerca.

     ‹¿por qué se ponía de esa manera?›

     Yuta se mordió el labio, mientras notaba cómo Mark seguía cada uno de sus pasos.

     ─ Sólo iremos a ver unos aparatos que necesito para mi auto y luego regresamos.

     ─ Sí, está bien, como tú digas.

     Yuta contuvo una carcajada, ‹¿así era de sumiso siempre? ¿entonces por qué diablos se hacía el difícil con él?› Bueno, el asunto había cambiado cuando él le había dicho que "quería volver a empezar", pues se lo había tragado y de verdad creía que Yuta tenía algún interés en acercarse a él muy diferente al de solo para tirárselo:

     ‹¡qué putada!›.

      ─ Una foto conmigo y te regalo un helado, es para el comercial del producto, ¿Qué dices, amiga?

     Yuta estuvo al borde de alcanzar la puerta del local, pero se volteó de reojo al sentir que el otro se detenía. Frunció el ceño de inmediato. Unos cuantos idiotas necesitados de dinero estaban vestidos con trajes ridiculísimos y tenían muchas botellas de helados en una mesa enorme, mientras una extraña música sonaba de fondo. Le dió una rápida mirada a Mark, quién se encontraba sonriendo hacia los ridículos del yogurt. Uno de ellos adelantó un paso, mientras otro lo seguía con una cámara fotográfica.

     ─ Oh, lo siento, eres un chico. Por un momento, te confundí con una chica... ─ soltó, agitando su cabello alborotado ─ ¿Qué dices? ¿Una foto por un yogurt?

     Los ojos de Yuta se abrieron de golpe cuando observó cómo Mark asentía y caminaba hacia el chico de las fotos, tomándose una y recibiendo una maldita botella a cambio. Sí, aparte de estar enfermo, era estúpido; muy estúpido. Cuando Mark llegó hacia su lado, tenía todo el rostro enrojecido e intentaba abrir la botella de diferentes formas.

     ─ Lo siento, era un yogurt...

     Yuta se le quedó mirando cuando logró abrir la botella y la llevó hacia sus labios, bebiendo un tanto de ella y separándose con la nariz y la boca repleta de crema.

     ─ Me gustas ─ lanzó de golpe.

     El cuerpo de Mark se paralizó, descendió la mirada y soltó una risa avergonzada, cómo esperando a que Yuta le desmienta lo antes dicho. Pero no sucedió.

     ─ ¿Por qué te ríes, nene?

     El silencio cayó de nuevo.

     ─ Me gustas, Mark. Y mucho.


Ya que ví cómo en los capítulos pasados le andaban aventando la madr* a Yuta, tengo que decirles que sí, va a "cambiar", pero aún falta mucho para ello

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Ya que ví cómo en los capítulos pasados le andaban aventando la madr* a Yuta, tengo que decirles que sí, va a "cambiar", pero aún falta mucho para ello. 👀

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