Capítulo uno

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La compra en los supermercados pueden ser llevadas por los empleados del lugar propio y aún así prefiero llevarlo yo mismo, siendo que así es como voy caminando por esta calle, sosteniendo las bolsas con mis manos que ya me duelen por ello, porque el camino recorrido es largo. Cuento con un coche, sencillo, lo suficiente para mi y que me gustó mucho. Pero no quiero usarlo, más por el buen día que hoy está haciendo, pudiendo disfrutarlo en el paseo que estoy dando en este momento, aún siendo este largo, tanto que en este momento me encuentro pasando frente a la casa de los Wang, viendo a su padre limpiando su propio coche, a Jackson saliendo con ropa que se perfectamente la usa para ayudar a su padre.

Sosteniendo bien las bolsas en mis manos, mirando ahora al frente, sigo caminando como si no le hubiese visto, como si ahora que me llama no le escuchase, no deteniéndome en ningún momento, no por lo menos hasta que siento sus manos en mi cintura unos segundos, procediendo a quitarme las bolsas de las manos, no permitiéndose en tomarse el tiempo en ayudar a su padre y si al parecer a mi cuando no hace falta, porque no me vale con que ahora se esté portando así conmigo.

— No me mires así Jinyoung, sabes bien que siempre tendré el tiempo para ti —niego, viéndole caminar con mi compra —¿vienes o voy a tener que llevarte a ti también?

Ser mi novio no le hace ser tan importante en mi vida con los cambios que tiene. Unos días está como hoy, preocupándose por mi, mientras que otros días es simplemente él quien importa y no me gusta en absoluto. Sus cambios son lo que no me gusta porque nunca se como actuará un día ni al momento o al siguiente incluso. Caminando, dándole esa orden a mis pies, le sigo hasta que le alcanzo casi a la puerta de mi casa, no siendo en realidad muy lejos de la suya donde vivo, deteniéndome para sacar la llave y poder abrir, intentando sin éxito quitarle las bolsas, las cuales acaban a un lado en la misma entrada de mi casa, así como también mis labios siendo atrapados por los suyos.

— Jackson —le aparto aunque no me suelte —no puedes hacer esto cuando te apetezca a ti. Que seamos novios, en secreto porque tu no quieres que nadie lo sepa, no te da derecho a usarme de esta forma. Vete a tu casa y ayuda a tu padre, te necesita y yo hoy no estoy de humor para aguantarte.

Jackson Wang tiene muchas cosas buenas porque cuando quiere es alguien cariñoso, buenos, detallista, pero al igual que está todo eso a su favor, también tiene cosas negativas y es que cuando recibe una respuesta que no le gusta simplemente te suelta y se marcha, sin decirte una sola palabra, sin importarle como te quedes, si bien o mal, mal en mi caso porque no me gusta que se vaya de esta forma, enfadado conmigo hasta solo él sabe cuando.

Viéndole alejarse tan tranquilo, con sus manos en los bolsillos de su pantalón, cierro la puerta, apoyándome por un momento en esta, cerrando los ojos, tratando de calmarme, de no hacer justamente lo que hago en este momento, salir corriendo sin importarme dejar la puerta abierta, así como tampoco estar entre los brazos de Jackson, con mis piernas abrazando su cintura, nuestros labios unidos, nuestras respiraciones unidas, mi corazón latiendo a mil por hora de una forma severa en cierto modo.

Sus manos en su cintura acarician mi piel, provocándome tantas sensaciones y ganas de obtener más de su amor hacia mi, no siendo más que el deseo para otra cosa lo que siento en mi novio, más ahora que estamos en mi casa, sobre mi cama, notándolo de forma tan viva que no demoro un solo segundo en detenerle.

— ¿Qué pasa ahora?

— ¿Solo te interesa esto? —señalo como estamos —¿solo quieres tener relaciones conmigo?

— Claro que no pequeño —niego apartándole de forma definitiva —pero también es parte de una relación y tu también lo deseas ahora mismo.

Es parte de la relación por supuesto, si nuestra relación fuese sana, con un amor que ambos sentimos y no solo yo por mi pareja, por mi novio que como siempre solo piensa en si mismo. Levantándome como ahora lo hago, tomando su mano, tiro de él hasta que llegamos a la puerta de mi casa, cerrando esta en su cara, cansado de que solo yo tenga un amor vivo por el otro mientras que yo solo recibo un porcentaje mínimo del mismo.

Cogiendo las bolsas de la compra que aún seguía en la entrada, conteniendo las lágrimas que desean salir, voy hasta la cocina donde me dispongo a colocar todo en su lugar correspondiente, haciendo unicamente esto en los próximos minutos, terminando para ahora sentarme en el centro de mi cama, con el diario entre mis manos, escribiendo lo ocurrido ahora en este momento, desahogándome de esta forma, sintiéndome libre de una forma que no me alivia demasiado, pero si lo suficiente para no pensar demasiado en todo ello.

En lo mucho que Jackson me hace daño, preocupándose unicamente por su felicidad y sus necesidades.

Ser pareja significa mucho. Tener a alguien que te apoye, que te quiera sin censura, sin medir el tiempo que lo hace, sin importar nada más que el otro, en este caso yo para él, así como él para mi si lo hace.

Sentado en esta cama como estoy miro el diario, cada palabra que acabo de escribir con la fecha de hoy, arrancando todas ellas, escribiendo en una en blanco, como si se tratase de un día nuevo, tantos propósitos que le presentaré cuando llegue el momento a Jackson para que aprenda que mi corazón lo tiene que ganar si quiere que siga a su lado, que tendrá que poner todos los esfuerzos él para que funcione y no yo más, porque yo ya no lo haré todo como hasta ahora.

El amor no es ciego y yo no soy tan estúpido como para permitirle que continúe de la forma en la que lo hace actualmente.

Quien algo quiere, y es bien cierto este dicho, algo le cuesta.

Y a ti te costará más de lo que crees Jackson Wang.

no es CIEGO el AMORWhere stories live. Discover now