Soltando un suspiro, el demonio simplemente miró los papeles que quedaban sobre la mesa, la gran y grisácea fotografía de Tanya resaltaba junto a mapas regionales del reino santo y una serie de resúmenes de la situación en dicha nación.

-Vas a enviarla?-

Albedo no estaba del todo enterada de lo sucedido en el reino hechicero durante su ausencia, sin embargo estaba lo suficientemente informada como para deducir por su cuenta el curso de eventos actuales.

-La mayor degurechaff ya fue enviada junto al 203 al reino santo...por otra parte...-

Dejando atrás la papelería, el demonio se enfocó en la mujer frente a él, quien siguió degustando el té que vaporaba sutilmente sobre los bordes de la taza.

Finalizando su degustación, albedo volvió a bajar la pieza de bajilla hasta su regazo, mostrando un rostro igualmente confiado y relajado.

-Entiendo lo que quieres decir...tenemos al menos 2 semanas hasta que debamos regresarla al frente del imperio...seguiré ocupándome de los oficiales de alta gama para que su ausencia no sea tan notoria, pero insisto en que deberíamos enviar algunos dobles para evitar levantar sospechas-

-Entendido, me aseguraré de comentárselo a Ains-sama-

El aroma del jengibre y las especias del té se diluyeron entre el aire del cuarto, mientras que ambos demonios siguieron analizando cuál sería la mejor forma de preparar al imperio para el gran golpe venidero

... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

El portal se abrió con aquel extraño y perturbador sonido, dejando via libre a 4 individuos que salieron rápidamente del mismo, ocupando posiciones defensivas alrededor del encantamiento.

El lugar de despliegue había resultado ser la orilla de un bosque que daba a un largo y abultado llano, lleno de pequeños relieves similares a colinas; el bosque no era muy tupido, pero lo suficientemente lleno de maleza como para proporcionar escondite a los soldados.

Con una rodilla en el suelo, cubiertos tras los árboles y moviendo sus rifles de un lado a otro en busca de amenazas, los soldados del 203 se aseguraron de que el área estuviese despejada, momento en el cual el resto del batallón emergió.

Tras salir el ultimo hombre, el portal desapareció en el aire, dejando solo al batallón de magos.

Todos dispersos alrededor del perímetro, en silencio y atentos, dejaron que su líder se explayara, pues de un momento a otro habían sido llevados a ese lugar sin siquiera recibir una explicación.

-Bien caballeros, mantendremos silencio radial luego de que finalicemos aquí, quedó claro?-

Un "sí" uniforme fue repetido por las tropas antes de que la niña prosiguiera.

-Bien, nuestros aliados tienen un problema con una de sus naciones amigas, parece que sus vasallos enfrentan una revolución por parte de la población local y como el enemigo de mi amigo también es mi enemigo, se nos encomendó erradicar la revuelta de forma agresiva y contundente como parte de un mensaje político-

En general solo algunos entendían qué sucedía, pero no necesitaban entenderlo realmente, mientras pudieran interpretar correctamente las órdenes, el resto daba igual.

-Entonces, nuestras ordenes son...?-

Visha no dudaba en mostrar su confusión, cosa que tranquilizó a los más despistados al saber que habían logrado esquivar un regaño de su Comandante

-Vaya...realmente es lenta teniente Serebryakov...nuestras ordenes son apoyar a las fuerzas locales y eliminar la capital enemiga-

-Eliminar la capital enemiga?...pero...se trata de una revolución verdad?-

Overlord: La niña y el nigromanteWhere stories live. Discover now