Poemario "Descalza"

Amor Cubano

"Artivista" (con el permiso de Tania Brugera)

Hablose de cantos, hierros
Cantores de plata y cuero.
La bala fue el verso muerto
Que a tus sordos ojos vuelo.

Templo caído, sol penetrante
Loor de muerto hacia los muertos
Y entre tanto cinismo,
¡Tu boca!

La muerte, vieja amiga
La vida, enemiga a muerte.
La sombra, conocida,
La luz, violentamente.

La raíz del árbol de mi país
Sangra un color conocido,
Somos artistas de aquí
Mas activistas del olvido.

Del Amor al Ostracismo

Acto I: Amor
La primicia del verbo es el llegar, mas,
No hay verso consecuente que no viva del andar
Y en caminos sin pretiles lanzo todas mis monedas
Pruebo suerte de un destino caprichoso como el mar.

Acto II: Nexo
Ruedo. Respiro. Relampagueé y espero,
Envuelto en mi tormenta,
Rodando y entre mis respiros
El sonido de tu trueno.

Acto III: Ostracismo
El mar sabe hoy más salado que cuando pescábamos de niño,
Tiene el cielo el azulado que imaginé a ojos cerrados.
Hoy la aldaba de mi canto ha tocado una tormenta,
Era el llanto de mis pasos, el crujir de mis monedas.

Acto IV: PATRIA
Del dicho al hecho va la vida,
Y adelante solo reina el sendero.
A mi espalda cargo mentiras conocidas,
Busco en ti y solo en ti, lo verdadero.

Siglo I
Pasa corto, pasa etéreo
Las incontables milésimas rotas
De luces a fuerza de hambre
En este segundo del siglo primero.

Yo pesqué al aire tu anzuelo
Y caí como un cobarde en mi sudor
Solo para salir de mi estupor
Levantando en mi levantar, el suelo.

El velorio de mi duelo
Abro una ventana que guardé con recelo,
No es portal común de avistar fachadas
Si son cerraduras de cegar almas,
Las que escondía en mi pesar, mi duelo.

Desconocía yo el interior del cielo
Y la luna de mi patio de luces,
Ahora intento abrazarlo mientras hiero
Suenan en mí, ecos de arcabuces.

Fue un golpe que, desde afuera,
Retumbó por los atrios de mi espera
Y entre tanto afán por rimbombar
Termino haciéndole duelo a mi cadena.

Exijo ahora justo velorio a mis improperios
Cual Cristo a su corona de espinas;
Para nacer como tu hombre nuevo,
Y a la calle he de vaciar en cubo tus doctrinas.