— ¿Porque lo haríamos?, es divertido hacer esto — me acerqué rápidamente a Finn —

Posé mis manos en sus hombros

Su nariz estaba sangrando.

Oh... Mierda.

— Son unos idiotas — me levanté del suelo — ¿enserio piensan que es bueno molestar a alguien que es tres años menor que ustedes? — ellos empezaron a reirse —

Uno de los chicos se acercó peligrosamente a mí

— No, pero creo que tú y yo deberíamos hablar — colocó sus manos en mi cintura —

Lo bofeteé

— ¡Eres un maldito! — el chico que hace unos segundos golpeé, trato de golpear a Finn nuevamente pero yo lo empuje antes que lo hiciera — es mejor que se larguen... No será buena idea si pierden el año por esto. — volví a acercarme a Finn — habló enserio.

— Vámonos... Luego podremos divertirnos, cuando no esté esta chica —

Mi respiración estaba volviéndose pesada... Sentía una extraña sensación.

— Finn... — traté de hablarle normal, pero en mi garganta estaba formado un nudo — ¿Estas bien? ¿Puedes levantarte?.

Él no dijo nada.

Aún lado suyo se encontraban un par de lentes. Los recogí

— pontelos — sonreí mientras se los extendía —

— No — dijo tratando de retirarlos de mis manos, pero al recibir una respuesta negativa no se lo permití —

— Bien... — se los coloqué con cuidado — Te ves bien, Wolfhard — sonreí y el sonrió devuelta — no tengo idea del porque te hicieron esto. Pero créeme, esto no se quedará así. —

— No es necesario. Solo — lo interrumpí —

— Finn... Tenemos que ir con el director — me levanté del suelo, ayude a Finn a levantarse, comencé mi camino —

Me sostuvó del brazo

— No... Solamente fue un pequeño descuido, no es necesario que hablemos con el director —

— Si, es necesario — safé con cuidado mi brazo de su agarre — sabes que iré, aún si no quieres... — caminé de nuevo hacía la oficina del director —

Al llegar a la oficina me sentí feliz al ver por el rabillo de mi ojo la silueta de Finn.

Al estar enfrente de la puerta de aquella oficina, dudé un poco si debía hacerlo, pero algo era seguro.

Si no los deteníamos ahora, lo seguirían haciendo sin importar nada.

Y toqué fuerte sin importarme que el director estuviese ocupado.

— Adelante — abrí la puerta —

El director claramente se sorprendió por nuestra precencia, como no podría estarlo... Si Finn estaba sangrando de sus fosas nasales y con algunos golpes en su rostro.

No te comprendoWhere stories live. Discover now