O b s e s s i v e 「Yandere!Tododeku AU」

*•.❥ T W E N T Y F O U R

-Tú eres la culpable de todo lo que está ocurriendo- asegura él, colocándose en posición de ataque. -Si no hubieses asesinado a nadie supongo que te agradecería por quitar a mis rivales del camino- bufa con gracia, observando como su contrincante se tambalea, buscando incorporarse. -Tal vez si me deshago de ti, Shoto se enamorará completamente de mí-

Con notoria —y tal vez fingida— torpeza, Yume avanza con la intención de golpear a Katsuki, tropezando accidentalmente con el material de limpieza que tiró al ser golpeada, esta vez hiriendo sus rodillas al caer bruscamente sobre el concreto del camino.

-¿En serio tú mataste a todas esas personas?- cuestiona, acercándose para humillar aún más a su contrincante. -Patético, es por eso que Shoto jamás se fijará en alguien como tú-

Irritación, furia, odio. Todas esas emociones opacan los últimos pensamientos coherentes que quedan en la cabeza del acosador. Tiene treinta minutos exactos para noquear a su contrario y esconderlo hasta que las actividades extraescolares acaben, por lo que decide pelear a puño limpio, moviéndose como una bestia salvaje errática que finalmente acorrala a su presa dentro del club, logrando estampar un fuerte puñetazo en la barbilla de su rival, quién retrocede, pero no se inmuta por el ataque.

-No creas que me contendré porque eres una mujer- gruñe Bakugo, pasando el dorso de su mano por la herida en su boca. -No te dejaré tener a Shoto, lo protegeré aunque me cueste la vida-
-Entonces tendré que matarlo a él para que nadie me lo arrebate-

La repentina declaración enfada y confunde a Katsuki, por lo que Yume toma la ventaja con jeringa en mano, decidida a finalmente obtener la victoria sobre aquel innecesario combate que sólo le quita el tiempo para seguir a Shoto hasta su casa y así asegurarse de que llegará sin inconvenientes.
Confiada, apunta la aguja en dirección al cuello de su oponente, recibiendo un sorpresivo puñetazo que comprime sus intestinos, provocando una posible lesión que involucra cada estructura que compone su delgado torso y, debido a la inestabilidad de su cerebro para enviar órdenes correctas a sus extremidades, suelta su arma, perdiendo el control de la situación.

-Veamos que piensa Shoto sobre tu patética actuación- ríe el rubio, desbloqueando su móvil para tomarle una fotografía al acosador, quién se arrastra por el césped como un animal malherido. -No huyas, deja que me burle un poco más-

Yume se aleja lo suficiente para reincorporarse y —aunque por su deplorable estado físico debería retirarse— decide intentar una última maniobra que tiene muy pocas probabilidades de fracasar. Sus manos entonces rodean el mango de una pala de jardín que retira de su pedestal inicial para luego blandir rápidamente en dirección a su opuesto y, sin darle tiempo para procesar el ataque, estampa la placa triangular contra la cabeza de Bakugo, derrotándolo finalmente.

«¿Quién es el patético ahora?»

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Seis con tres de la tarde. Todos los estudiantes han abandonado las instalaciones, sin embargo, Yume aún se pasea por los pasillos inferiores de la academia, esperando a que su nuevo cómplice se digne a aparecer. Hay una tierna y sincera sonrisa en su rostro ya que se encuentra observando las imágenes transmitidas a su móvil desde la cámara oculta en el peluche que le regaló a su Shoto, donde puede observarlo recostado en su cama, comiendo pocky mientras utiliza su consola de videojuegos.

-Tú no eres estudiante de la U.A y estas no son horas de clases para que estés esperando a algún amigo, ¿Qué haces aquí?-