Además de salvarla con Axel esto la ayudaría a ganar créditos extra para su ascenso.

Estaba alteradisima, tenía solo un par de horas para preparar todo. Su vuelo salía al medio día... a la mañana aprovecharía para ir por los expedientes del Señor Carter.

Volvió a casa y encontró a Axel en el sofá mientras comía papas fritas.

sólo la observó pero no dijo nada, ella dejó sus llaves colgadas y se dirigió a su habitación para hacer su pequeño bolso.

No diría nada hasta a la mañana, aún no podía verlo a la cara después de lo que había hecho y recordó la torpe excusa que había dicho.
¡A quién se le ocurre decir que dejó la plancha enchufada! Sólo a Elizabeth Taylor.

***

A la mañana siguiente se levantó rogando de que no estuviera despierto. Pero los ruidos en la cocina le hicieron saber que él estaba despierto.

Tomó su toalla y se dio una ducha antes de ver los últimos detalles. 

Salió ya vestida a la cocina y se encontró con un Axel despeinado que comía cereal con leche. Su corazón le dio vuelta ¿Acaso podía verse alguien más sexy? Al parecer si, porque luego observó que no traía su remera puesta. 

Se sirvió café sin decir nada, la voz no le salía. ¿Y cómo no? Si tenía un torso desnudo a pocos metros de ella.

Dio un par de sorbos y hasta que reunió el valor suficiente habló.

- Me iré por una semana de la ciudad.

Axel la miró por unos instantes y luego dijo: - ¿A dónde vas? – habló con la boca llena de cereales.

- Voy por una reunión de trabajo. - dijo ella tecleando cosas en su móvil. - No quiero que hagas desastres en la casa mientras no estoy.

- Ok. - Dijo él.

Axel se sentó en el sofá para seguir viendo la tv y continuar con su desayuno pero tenía unas desesperadas ganas de tomar a Eli y decirle que no se fuera, que la extrañaría. Y que probablemente se moriría de hambre por que no sabe como prender la cocina aún.

Ese beso lo había vuelto loco, no podía hacer otra cosa que no fuera pensar en ese beso, en la suave piel bajo su mano. Eso hizo que recuerdos anteriores revivieran.

Lo único que hizo fue decir adiós cuando ella se estaba yendo a las apuradas. Podía sentir la tensión del ambiente y sabía que ella estaba arrepentida, si hubiera sentido algo se lo hubiera dicho, pero se escapó. Y él, que por un momento pensó que tenía una mínima oportunidad.

- ¡Que idiota! - Dijo molesto consigo mismo.

Eli agradeció que Axel no haya mencionado nada de lo ocurrido, pero se sintió un poco triste, lo iba a extrañar un montón.

Dejó la melancolía de lado y apretó el acelerador para ganar más tiempo en las calles transitadas de Nueva York.

***

Tres días fuera de casa se hacían una eternidad, más tener que ayudar al Señor Carter con papeleo y ayudar en las juntas a las que iba.

Extrañaba a Axel, tenía que admitirlo, pelear con él, reír por las idioteces que hacía, espiar su cuerpo cuando se quitaba la remera.

Para colmo al llegar a la oficina se dio con la grata sorpresa de que Courtney Benson también asistiría junto con James que iba de asesor del Señor Carter. Si hubiera sabido eso se hubiera quedado con Axel y soportar el hecho de que le comenzaba a gustar.
, comenzaba a gustarle.

Ese miércoles a la tarde decidió llamar con la excusa de saber si todo estaba bien.

- Hola. - Dijo la voz de Axel del otro lado.

- Hola. - Dijo Eli tratando de no sonar nerviosa. ¿Nerviosa? ¿por hablar con un hombre? bueno... siempre hay una primera vez.

- Oh, Eli ¿Todo bien?

- Si, sólo llamaba par saber como van las cosas. – miró por la ventana del hotel mientras acomodaba un mechón de su cabello.

- Oh. Todo está bien. Aun no destruí la casa. - Rió levemente.

- Genial. - dijo con una sonrisa en los labios.

- ¿Cuando vuelves? Extraño pelear contigo. 

Eso llenó de ternura a Eli, de algún modo la extrañaba. Sonrió por el pensamiento.

- Dentro de un par de días. ¿Ya conseguiste trabajo?

- No. No tengo ganas.

- Axel vas a conseguir un trabajo te guste o no. - Dijo molesta.

- Ya lo veremos... - Dijo riendo.

- Debo irme. Adiós.

- Adiós. - Dijo del otro lado y colgó.

Rió para si misma pensando en que él trataba de hacerla enojar aunque sea por teléfono.

Realmente estaba sintiendo cosas por él.

No veía las horas de volver a casa.

***

El último día el Carter

los exprimió bien en la última junta. Eli conoció a importantes abogados y contadores de Chicago y de otras ciudades. James no perdió la oportunidad de coquetear con ella, pero tuvo que ubicarse debido al entorno en el que estaban. Si los veían coqueteando en juntas de trabajo, les iría muy mal. Las juntas de trabajo eran de trabajo y nada más.

Courtney compitió con Eli en todo lo que pudo. Desde ropa hasta en como organizar un maldito informe.

Al final del día Eli iba en su auto camino a casa. Por fin podría dormir en su cama y descansar de los acosos de James.

Pensó en si Axel estaría esperándola o no. Ella no le había avisado nada de cuando volvía... sólo dijo un par de días. A lo mejor no estaba y se había ido al bar.

Tomó las llaves y abrió la puerta, el caos que se esperaba estaba presente. Tiró su bolso en el sofá y suspiró pensando en qué no podría irse de nuevo y dejarlo solo con la casa. Sintió risas en su habitación.

- Oh no... que no sea lo que yo pienso. - Murmuró tomando el puente de su nariz, controlando su ira.

Camino por el pasillo hasta su habitación y... 

- Se puede saber qué demonios ocurre aquí. - se paró en la puerta de su habitación con los brazos cruzados, mientras observaba la escena bochornosa.

Axel estaba con una pelirroja a medio vestir en su cama apunto de...

- Yo... yo no pensé que volverías... 

- ¿Quién es ella? - Preguntó la pelirroja.

- Soy su esposa, así que agarra tus arapos y vete de aquí si no quieres que te saque a patadas de mi cama en este instante, mugrienta. - Hizo una mueca. En sus ojos estaba el mismísimo satanás.

La pelirroja obedeció rápido y salió en ropa interior azotando la puerta del apartamento. 

Ahora solo quedaban Axel y Eli.

Te has metido en un gran lío, Axel.

Siempre hay una primera vez.Where stories live. Discover now