PROLOGO

65.6K 3K 479
                                    

Os haré una breve presentación de la clase de mierda de vida que tengo.

"Mira que eres negativa."

-No lo soy. Soy realista.

Esa que habla es mi loba, mi amiga, única compañía y única familia, su nombre, puff, tiene muchos, pesada, insoportable, parlanchina.... pero cuando es un amor y me hace caso es muy agradable, su nombre es Valeria.

"Encantada"

Bueno, sigamos, yo me llamo Dulce, Dulce Morrison, y dentro de unos meses cumpliré mi mayoría de edad,  tengo ganas de que llegue ese momento porque podré hablar con Jeff, el Alfa de nuestra manada y pedirle mi deseo, una tradición impuesta por la Luna. Dado que por su cumpleaños 180 le pidió al Alfa hacer realidad los sueños de los que cumplieran los 18.

El de Valeria y mío o más bien el mío, es irnos de aquí, lo más lejos posible. Buscar un lugar apartado de todo y vivir libre. ¿El motivo? Hay muchos.

Para que me entendáis un poco, mi madre encontró a su mate cuando estaba embarazada de mí. Solía llamarme error, a mi padre biológico nunca lo conocí pero se que es un rouge. Mi padre adoptivo, fue quien puso mi nombre, era miembro de esta manada y tenía buena relación con el Alfa, porque aunque fuera un simple omega, sus años de experiencia en el campo de batalla le habían convertido en un gran estratega.

Cuando empecé la escuela tenía dos grandes amigos, Mike y Angela. Éramos inseparables hasta que llego el día en que mi don se activo. Si, tengo un don o más bien una maldición como yo lo llamo, me fue otorgado porque mi nacimiento ocurrió durante un eclipse lunar el cual tiño la luna de azul.

Lo que sucedió fue que estábamos jugando en el patio del colegio y no recuerdo muy bien como paso, pero Mike tenía un hierro clavado en su vientre. Angela lloraba y gritaba por ayuda, yo por otro lado me acerqué, tiré del hierro hacia afuera y puse mis manos en su vientre, Mike gritaba mucho por el dolor pero su herida empezaba a cerrarse mientras en mi vientre empezó a aparecer una herida como la suya, más superficial, pero igual de dolorosa, cuando su herida se cerró por completo yo me desmayé.

Desperté en la enfermería horas después y me di cuenta de que todo a mi alrededor había cambiado. Mis amigos dejaron de hablarme, decían que estaba maldita y más porque mis ojos cambiaron, ya no eran marrón oscuro, ahora eran uno color miel y el otro azul verdoso.

Mi madre estaba asustada y yo más porque no comprendía que había sucedido. Pero desde ese momento dejé de tener amigos, Mike intentó acercarse en alguna ocasión pero Angela se lo impidió.

Pasaron los años y mi padre regreso bastante herido del campo de batalla, el médico no llegaba y yo quería ayudarle como una vez hice con Mike, pero fue completamente imposible, estaba demasiado afectada y los gritos de mi madre por que hiciera algo no cesaban, pero no podía, hice todo lo posible pero aun así mi padre murió en mis manos. Sus últimas palabras fueron "esta bien, estaré bien, es mi hora, no te preocupes" y así se fue. Desde ese momento se corrió la voz de que era una asesina.

Ahora estaba maldita y era una asesina. Pero la cosa no termina ahí, no habían pasado ni tres meses desde la muerte de mi padre cuando mi madre se fue de casa, de la noche a la mañana me abandonó, me dejó sola. Me dejó dinero para poder vivir y cuando la gente supo que estaba sola llamaron al orfanato de la manada para que viniera por mí, ¿Qué creéis que paso? No me ayudaron, tenían miedo, salieron de mi casa como alma que lleva el diablo, dejaban una caja con comida en el porche de mi casa una vez por mes y siempre de noche, para poder evitarme.

Los años pasaron y comenzó el instituto. Nuevos comienzos, estaba emocionada por empezar de cero y entonces la vida me volvió a recordar que no era tan afortunada. Encontré a mi mate al día siguiente de mi primera transformación, ya es dura de por sí pero estando sola mucho más. Creí que al encontrar a mi mate todo cambiaría que la felicidad llamaba a mi puerta pero en cuanto nos encontramos la sonrisa de mi rostro se desvaneció, pues él me estaba rechazando delante de toda la clase. El motivo, era una pobretona, maldita, asesina y aberración de la naturaleza que hasta mi madre había abandonado.

Ahora que paro a pensar en aquel momento no se muy bien que me dolió más, si sus palabras o el dolor que penetró en mi corazón como si una daga al rojo vivo lo partiera en dos. Después de ese momento tanto mi loba como yo estuvimos muy afectadas, intentamos seguir con nuestra vida pero se hacía un poco difícil. No solo éramos atacadas en el instituto, también de camino a casa y por la noche rompían nuestras ventanas, hacían pintadas en la fachada, lanzaban huevos etc. ... fue una época complicada.

Paso un año desde que nuestro mate nos rechazara y nos enteramos que se había mudado de manada porque encontró una nueva mate, desde ese momento, se esparció el extraño rumor de que había sido mi mate y al rechazarme la Diosa Luna le concedió una mate mejor. Durante ese año todos se acercaban a mi con la esperanza de ser el siguiente afortunado y entonces paso, un segundo mate nos rechazó. Valeria salió bastante herida del rechazo, si en el primer rechazo sentimos que nuestro corazón quedaba dividido por una daga, en el segundo fue peor, el rechazo nos dejo una marca imborrable en nuestro pecho, cerca del corazón se podía ver una cicatriz bastante fea.

Valeria se debilito bastante, nuestra energía mermaba día a día, nuestros entrenamientos eran diferente porque nuestra resistencia era menor.

Quisieron echarnos pero estábamos decididas a formar parte del ejercito de la manada. Toda esperanza se esfumó gracias a mis compañeros de entrenamiento, porque cuando alguien salía lastimado, como eran conocedores de mi maldito don, se acercaban a mí, me obligaban a tocar su herida y entonces su dolor y herida pasaban a mí. Quería morir. Mi cuerpo estaba lleno de cicatrices y estábamos cansadas, Valeria me pedía tomar el control pero no teníamos fuerzas para ello. Solo podía consolarme en esos momentos.

Al cabo de unos meses presenté mi renuncia ante el comité de reclutamiento, no se lo pensaron ni dos minutos antes de aceptar. Estaban contentos y satisfechos con que me fuera. Aquella noche lloré como no había echo en años, todos nuestros sueños se esfumaban poco a poco. No había esperanza ni sueños, todo eran pedazos. Llegaron las vacaciones de verano y mientras Valeria en su forma lobuna corría por los límites de la manada dimos con una cabaña abandonada. En ese momento fue cuando decidí irme de la manada cuando cumpliera los 18. Estuvimos todo el verano arreglando aquel lugar y he de admitir que quedo precioso.

Lamentablemente llego el final del verano y con ello un nuevo año escolar, ya solo quedaban dos años para irnos y teníamos ganas de que pasaran lo más rápido posible, pero como siempre, cuando crees que la vida te sonríe, te hace la zancadilla, y así es, si queridos amigos, un nuevo mate apareció en nuestra vida pero ni Valeria ni yo estábamos contentas. Nos preparamos para un nuevo rechazo.

¿Qué hizo este rechazo diferente a los demás? Que era un Beta, no un Beta cualquiera. Era el más popular de todo el instituto Zayd, popular después de nuestro futuro Alfa. Él se tomo muy bien el que yo fuera su mate. De hecho durante tres días, si, tres malditos días me trato muy bien solo para después rechazarme con la mayor crueldad del mundo, lo hizo durante el baile de bienvenida, después de tirarme restos de bebida y comida, humillarme públicamente y golpearme.

Después de ese rechazo no supe de Valeria en meses, mi cuerpo no era mío, solo era un saco de huesos con un vestido de piel por encima. No comía, no dormía, realmente estuve a punto de morir en mi casa y nadie se daba cuenta. ¿Porqué lo hizo? Porque así encontraría a su mate ideal, porque cuanto más sufría yo, más rápido encontraban ellos a la mate que querían. Ese fue nuestro último rechazo. No podíamos permitir uno más.





LA LUNA RECHAZADAWhere stories live. Discover now