Beso de Seis [ Shiratorizawa!Fic ]

La responsabilidad de un beso

Nota: ¡Hola de nuevo! En este capítulo se explorará más de cerca la dinámica poliamorosa de nuestros increíbles jugadores de Shiratorizawa, ¡disfruten! :)

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Es difícil para Tendou dejar de pensar en Semi.

En su defensa, Semi ha sido confuso desde el primer momento qué cruzó la puerta del aula. Y, bajo su propia visión acertada, Tendou puede decir que Semi es un gran tonto complicado, uno que suelta palabras explosivas y no explica sus intenciones.

Tendou se encorva suavemente y resopla; de todas formas, no cree que quiera escuchar aquellas razones. No es un juego que hayan realizado antes y el cambio de dinámica es ciertamente inesperado. Semi, la mayoría de las veces, es un bulto relleno de malas palabras y furia tensa de nula intención. Ese es el verdadero juego entre ellos, un par de capullos tontos y atrevidos, un poco amables, infinitamente pícaros. No son, por el contrario, un par de bobos coquetos.

¿Por qué cambiar tan de repente?

Uf, sería más sencillo para Tendou concentrarse en tal línea de pensamiento caótico si no fuese porque siente que le debe mil abrazos y un beso enorme a Semi por ser terriblemente confiable; su amigo será un idiota y todo el paquete completo, pero no es un tonto que falte a sus promesas, por más pequeñas que éstas sean. El helado de chocolate es, en consecuencia, demasiado bueno como para ignorar entre bocado y bocado. Dulce, delicioso y ligeramente crujiente en la superficie, donde pidió, a expensas del dinero de Semi, que le rosearan migajas de galleta.

Adiós, frases confusas de Semi; hola, buen helado de chocolate.

Es así que, en un parpadeo, Tendou corre y se apresura a sentarse en el lugar vacío al lado de Wakatoshi; un lugar estratégicamente lejos de Semi. Una decisión inteligente siendo que Tendou quiere mantener su condura y su concentración en lo que realmente importa. Por ejemplo, no en el horrible y austero "Me gustas" de Semi. Y si, por magia del destino claramente no benevolente, Semi muestra curiosidad risueña por el cambio, Tendou tiene la debida fortuna de no notarlo; principalmente ocupado, por supuesto, en cavar su pequeña cuchara en los bordes de su copa donde aún hay un poco de helado.

Es durante el tiempo que toma realizar sus movimientos entusiastas que Reon se abre paso por el comedor, sosteniendo su almuerzo. Se empuja en el lugar vacío al otro lado de Tendou y, desde allí, se inclina hacia adelante para mirar con mejor detalle la expresión de deleite en Tendou. Expresión solo visible, por supuesto, cuando hay chocolate de por medio.

Y es ante aquel enfoque inesperado que Tendou, un poco alarmado, arruga su entrecejo y empuja su helado hacia el costado lejano, mientras lanza una mirada de muerte a un sonriente Reon.

—No te iba a pedir que me compartas, Tendou —suelta Reon y Tendou, menos alerta, tararea en entendimiento; luego vuelve a su posición anterior—. Sin embargo —Reon continúa—, el postre suele ir después.

Tendou gruñe suavemente en la dirección de Reon como única respuesta. Un segundo después, recuerda con emoción que no es un helado cualquiera. Tendou se encuentra muy seguro de que Reon querrá saberlo, por lo que comparte la información con una sonrisa de bordes manchados.

—Eita-kun me lo compró.

—Oh, eso es muy amable de su parte. —complementa Reon, adecuadamente feliz de escucharlo.

Tendou está de acuerdo con su reacción; Semi es un ángel bajo todas esas capas levemente mezquinas. Un idiota muy grande también, pero se le perdona.