— Aún sigo sin entender por qué estás tan obsesionado con ella, hablo en serio ¿Qué es lo que tiene? Solo encontraste un par de dibujos y ya —devolvió Nobara rodando sus ojos y cruzándose de brazos a malas ganas.

— No son solo unos dibujos y ya... Estoy completamente seguro de que Nakerama y... Ryōmen —dijo con algo de incomodidad—, tienen algo en común mucho más que solo ser estudiantes del mismo salón. Durante nuestra primera visita al instituto lo vi junto a ella y su relación no parecía exactamente como la describió.

Desde que Sukuna dijo "No vayan más allá de esto" en el momento en que Megumi y Yūji analizaban los confusos dibujos, las teorías en la cabeza del pelinegro no cesaban. Le incomodaba el hecho de que aquella chica portará el mismo apellido que la maldición, le incomodaba el hecho que su nombre significara "La que traicionó a los dioses" cuando podía ser una estupidez, le incomodaba el hecho del rastro de energía maldita en su banco de estudio junto a sus cosas, y sobre todo aquellos molestos dibujos que ahora permanecían guardados en uno de los cajones de su cómoda.
Tenía la necesidad de llegar hasta el fondo de esto para confirmar las teorías que lo estaban atormentando, impidiéndole dormir con tranquilidad durante las noches.

El azabache paró en seco frente a la puerta del departamento 45 (piso cuatro, hogar cinco). Los números eran medianos, en el centro de la puerta de madera oscura, y el dorado de estos era reluciente.
Observó el timbre junto a la puerta, lo dudó unos segundos. No sabía con qué o quién se podía encontrar tras dicha puerta, y tampoco sabía que hacer o decir si es que alguien realmente abría la puerta.

— Ya toca de una vez —alargó Nobara con pereza, soltando un suspiro y llevando su cabeza hacia atrás.

Finalmente tocó, y el monótono sonido de timbre de casa como ese que escuchas en las películas, retumbó en el lugar de una manera tenue hacia el exterior.
Durante los primeros minutos no ocurrió absolutamente nada, el silencio seguía siendo tan desesperante como desde el momento en que colocaron un pie en aquel solitario edificio departamental. Pero luego, sintieron pasos en el interior, tras aquella puerta, que se dirigía a ellos con algo de rapidez.

Fushiguro y Nobara dieron dos pasos hacia atrás para alejarse un tanto de la puerta, y finalmente, esta fue abierta abruptamente. La luz proveniente del apartamento los cegó un poco a diferencia de la luz del pasillo, tardaron unos cuantos largos segundos en poder aclarar su vista.

La mirada de la castaña de cabello corto se fijó en el busto de la figura femenina frente a ella, bastante voluminoso como para no notarlo. Fushiguro por otra parte, desvió su mirada al rostro de la muchacha aún algo incómodo por la diferencia de luz en el lugar.

Cuando los ojos de ambos se adaptaron por completo a la luz, ambos estudiantes analizaron a la desconocida detenidamente de pies a cabeza, en tan solo cosa de segundos:

Traía un simple y ceñido mini-short deportivo de color gris claro, dejando a la vista sus piernas largas y bastante gruesas. Su envidiable abdomen totalmente descubierto, solo traía su brasier negro. Cintura medianamente pequeña, caderas medianamente anchas.
La hermosa pieza de fluorita tenía forma circular, de tamaño pequeño y con un agujero en medio, de reflejos verdosos y colgando de un tirante delgado de algún tipo de cuero, decoraba su esculpido cuello y marcadas clavículas de una forma llamativa.
Su castaña e increíble cabellera llegaba un poco más abajo de sus hombros, pero aun así sobre sus codos. Sus ojos eran confusos, entre verdosos y miel. Cejas definidas y bastante envidiables, aunque su rostro en general era realmente atractivo. En la parte del hélix de su oreja derecha se podían observar tres pequeñas argollas de oro.

Tras su detallado análisis, Nobara quedó algo aturdida por el atractivo de la desconocida, pero el pelinegro por su parte solo se fijó en su rostro, lo reconocía a la perfección.
Recordaba a la chica que había pasado junto a ellos cuando se encontraban en el instituto, quien se iba junto al chico Nakerama y quien tenía una presencia sumamente extraña, imposible de no notar (pero para la mala suerte de Megumi, fue el único en notar aquello).

The  firstborn | Jujutsu Kaisen. (Pausada)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant