Overlord: La niña y el nigromante

Parte 5

-Mayor Tanya von degurechaff presentándose su majestad!-

"eh...es una mayor?"

El pensamiento vago de Ains se topó de lleno con la respuesta del porque el imperio se había resistido tanto a entregarla; era una mayor, en otras palabras, una oficial de alto rango que muy posiblemente conocía estrategias clasificadas u equipo experimental.

Por un momento Ains pensó que había metido la pata, pero la conversación del rey y su subordinada no esperaría por él.

-mayor degurechaff, cómo se encuentra?-

-si, a la perfección su majestad y lista para entrar en acción!-

"a pesar de encontrarse frente a su rey...aún desea regresar al frente...?"

"pensé que los rumores eran exagerados...pero esto?"

"no puede ser...realmente es una maniaca de la guerra"

Pensamientos varios provinieron de la audiencia que miraba incrédula como la pequeña niña parecía desear regresar al combate, ignorando o simplemente dejando de lado los hechos sin precedentes que ahora sucedían en esa misma camara

-ya veo...mayor, originalmente se le juzgaría el día de hoy...pero debido a diversas circunstancias, eso dejara de ser viable, por lo que solo tengo 2 opciones para usted...podrá escoger la que guste-

"MENTIRA!...esto es una trampa, planean darme una tarea sumamente difícil...lo suficiente como para morir y silenciar mi supuesta falta!"

-el caballero junto a usted es el rey del reino hechicero, con quién planeamos formar una alianza política-

Al escuchar eso, Tanya se sintió enferma, su rostro perdió color y una gota de sudor recorrió su frente, había ignorado al rey de otro país durante todo ese tiempo, lo que podían verse como una descortesía.

-mi rey, permiso para disculparme con su majestad el rey hechicero por mi falta de etiqueta-

El rey simplemente asintió, permitiendo a la mayor girarse para expresar sus disculpas...con una reverencia.
El acto de disculpa llamó poderosamente la atención de todos, inclusive de Albedo y shalltier, pues pareciese que la pequeña soldado conocía el significado de aquella inclinación.

-no te preocupes señorita, el deber de un soldado es anteponer su pueblo ante todo, además de que no hay un solo militar que ignore a su rey en presencia de otro-

Palabras gráciles y amables de un rey digno.
Tanya se incorporó nuevamente para proseguir escuchando a su rey.

-Como decía, el rey hechicero ah solicitado explícitamente que usted sea asignada al equipo de embajadores que serán enviados a su país, por lo que queremos ofrecerle un puesto en la embajada del imperio en territorio extranjero-

Era perfecto, no sabía cuál sería su segunda opción, pero ciertamente ser enviada como cónsul a una nación extranjera seguramente sería mejor que pelear en las líneas del frente, sin mencionar que, al estar en terreno extranjero, la mirada publica no buscaría castigarla, al menos no en un futuro cercano; pero no podía hacer evidente su felicidad y deseo de tomar esa opción, tenía que disimular mientras expresaba sus dudas o quejas antes de escuchar su segunda opción

-planean usar a un As de combate como un simple embajador político?-

Una pregunta que estremeció inclusive al mismo Ains, que sentía el patriotismo y el disgusto de estar en la retaguardia provenientes de ella.

-mayor, reconozco su valor y que sin su participación en combate habría sido muy difícil concluir el conflicto con la entente, Francois y Dacia...pero no olvide con quién está hablando-