Capítulo 2. Encuentro

2.5K 385 261
                                    


Era una mañana regular, y por regular me refiero a bastante ajetreada, se acercaba una fecha agitada, en el mundo humano lo llamaban: Vacaciones de verano. Cuando los rituales eran llamados cada dos minutos por simple diversión y muchos borrachos maldecían sin preocupación, cuando la soledad de no tener amigos o alguien con quien pasarla inundaba sus corazones.

Kunikida quien tenía a su lado a Atsushi ya habían archivado todo, para el rubio no había nadie mejor que Atsushi para ayudarlo. Pero era débil contra Ranpo, quien miro a ambos chicos – chicos, ustedes ya terminaron ¿no?

- Si, esta todo archivado y listo esperando solamente algún cambio en el portador – menciono Atsushi

- Ayúdennos

- Pe-pero

- Como usted quiera Ranpo-san – dijo Kunikida y Atsushi sintió que se moría por el trabajo extra.

- ¿Por qué Dazai-san nunca hace este papeleo? – pregunto Atsushi

- Ni lo menciones – pidió Kunikida furioso.

Ambos se dedicaron a hacer el trabajo, los hermanos Tanizaki se habían estirado, Miyazawa estaba dormido – chicos, les traeremos café – dijeron los hermanos Tanizaki

- De acuerdo, gracias – añadió Kunikida.

Los hermanos salieron, Atsushi bostezo. Con todo el trabajo estaba seguro que dormiría poco y después llegaría la noche de verano, debía prepararse, pues según esto, eran 30 días así. – Atsushi, si estas tan cansado ¿Por qué no tomas un vaso con leche y respiras aire fresco?

- Sí, claro – bostezo Atsushi – usted es impresionante Kunikida-san

- Ve mocoso, no tardes

- Si, voy

El albino se levantó y fue al baño del edificio, limpio su cara y respiro profundo, se aflojo la corbata y se desabrocho un par de botones en su camisa. – Debo aguantar como todos los demás – se dijo así mismo.

- Aun no te acostumbras, Atsushi-kun – escucho desde una gaveta.

Dazai había salido de uno de los baños – Dazai-san ¿Qué hace aquí?

- Me escondo de Chuuya

- Dazai-san – se quejó - ¿sabe cuánto trabajo tenemos?

- Mucho, imagino. No quiero hacerlo tampoco. Si Kunikida-kun me esta buscando, también me quedaré aquí 

- Por favor Dazai-san, quiero dormir un poco más

- De acuerdo, de acuerdo. Te compraré una leche fresca ¿quieres?

- De fresa por favor.

- Vamos.

Ambos chicos salieron y para buena suerte de Atsushi, había chocado con aquel chico misterioso de ojos grises, quien lo sostuvo un momento para evitar que cayera. Atsushi se quedó petrificado, trago saliva - ¡Vaya! – Sonrió Dazai – que bueno que lo atrapaste Akutagawa-kun – menciono Dazai. – Atsushi-kun, sí que estas muy cansado. Te traeré esa leche. Akutagawa-kun cuida de Atsushi-kun por favor.

El azabache se quedó en silencio mientras Atsushi se quedó nervioso. El mayor lo miraba de arriba abajo, se sentía una presa más, una presa no... precisamente con mucho espacio pues el mayor se había acercado tanto hasta acorralarlo contra la pared. Así es, Atsushi se encontraba con la espalda pegada a la pared, y su rostro hacia una posible escapatoria mientras el mayor simplemente lo mantenía en esa posición.

Oficinista del infiernoWhere stories live. Discover now