—Estaré abajo —le dije y el me vio sobre su hombro.

—Enseguida bajaré.

Tome mi celular y salí de mi habitación dejando la puerta abierta para cuando Luke decidiera salir, me sentía un poco extraña al dejarlo en mi habitación, ya que es una zona muy íntima.

Entre a la cocina y me puse en busca de los huevos para hacerme un omelette ya que sería más rápido de preparar, estaba cocinando todo cuando escuché los pasos de Luke y luego apareció en la cocina y recargo sus brazos en la isla viéndome directamente.

—¿Que huele tan delicioso?

—Estoy preparando omelette y no es por presumir pero será el mejor que alguna vez hayas comido.

—No lo dudo, huele muy bien.

—Y el sabor es mejor, no hace mucho tiempo tuve que ir a clases de cocina.

—La cocina no es lo mío, pero las pocas veces que he cocinado para los chicos dicen que lo hago bien, no sé si lo hacen porqué son mis amigos y no quieren hacerme sentir mal o porqué lo dicen en verdad.

—Tendrías que cocinar alguna vez para mí y yo te diría la verdad.

—Algún día...

Minutos después le había pasado el plato con el omelette, había tomado un tenedor y un cuchillo pequeño para comenzar a comer conmigo, me sirvió un poco de jugo y luego el hizo de lo mismo. De vez en cuando observaba las expresiones que hacía cuando comía.

—Esto está buenísimo —me dijo.

—¿Lo dices en verdad o solo no quieres hacerme sentir mal?

—Lo digo en verdad, si no fueras modelo seguramente te iría de maravilla como chef en algún restaurante prestigioso.

—Me halagas Luke Hemmings —sonreí.

—¿Ahora solo soy Luke Hemmings? —le di una mirada confundida para hacerle saber que no comprendía lo que me había dicho—, hace menos de ocho horas me habías dicho solecito y ahora solo soy Luke Hemmings —reí un poco.

—¿En serio te llame así?

—Así es, lo hiciste muchas veces durante la noche, cuando estás ebria sueles hablar mucho.

—No puedo creerlo —pase una mis manos por mi rostro—, eso es lo que Aime dijo algunas veces pero nunca le creí.

—Pues deberías de comenzar a creerle.

—Creo que sí...dime por favor que no hice alguna cosa vergonzosa mientras estaba ebria.

—No —suspiré—, pero si con vergonzosa te refieres a decirle a Calum que estaba hermoso acariciándole el rostro, si lo hiciste.

—Oh, por Dios. Definitivamente no volveré a beber en mi vida.

—Tranquila, no tienes por qué reprimirte, a todos alguna vez nos ha pasado algo similar.

—Dime por favor que los paparazzi no me vieron en es estado.

—No, salimos por la puerta trasera y tú el Audi nos ayudó demasiado.

—¡Que bueno es oír eso! —suspiré y él soltó una  risita burlona.

Habíamos terminado de desayunar y estábamos levantando los platos cuando el celular del rubio, bufo un poco y saco su celular del bolsillo de su pantalón y tomo la llamada.

—Hola —se recargo en la pared—, cierto, estaré allí en diez minutos —hubo un silencio corto—, después te contaré, espero y hayas llevado mi auto —otro pequeño silencio—, los veré en diez minutos.

Y con eso terminó la llamada volvió a meter si móvil en el bolsillo y dejo los platos en el lavavajillas, y me vio a los ojos.

—Tengo que irme, los chicos me están esperando.

—De acuerdo, gracias por haberte quedado conmigo anoche —sonrió.

—No tienes por qué agradecerme, te veré después Ángel —se acercó y dejo un beso en mi frente.

—¿Ángel? —enarqué una ceja con diversión.

—Antes de que te durmieras mencionaste ser um ángel de victoria secrets, parecías estar muy decepcionada con la idea de saber de qué este año no habrá pasarela —reí nerviosa y lleve mi mano a mi frente.

—Definitivamente tengo que aprender a cerrar la boca.

—Cuídate mucho Bella.

—Tú también cuídate solecito.

El chico sonrió y se alejó de mí sin decir una palabra más, escuché como cerraba la puerta principal de mi casa, y fue ahí en dónde me di cuenta de que el no tenía auto, ya que habíamos regresado en el mío así que me acerque a la ventana de la cocina que daba con la calle y lo vi caminar en la acera en dirección a la salida del fraccionamiento.

Lonely Hearts | L.HWhere stories live. Discover now