El amor es problemática, esa era la frase que la carecterizaba le gustaba escribir por eso entró a la Universidad de Literatura para ser la mejor, su mundo empieza a cambiar cuando se encuentra con que su idol favorito Armin será su nuevo vecino.
Am...
—Como sea, sobre tu hermano ¿qué es lo que quiere con Risu? —La rubia no comprendía la situación sentía que estaba en esas telenovelas donde la familia de la novia rica se oponía a una relación y enseguida le sacaba un cheque diciendo: “Aléjate de mi hija y te daré este dinero” no era la esencia pero podía sentir la atmósfera.
—Risu-ya y Armin solo son amigos, no tienes que preocuparte. —Le hizo una seña tratando de salvar el pellejo de su hermano.
—¿Y esperas a que me crea eso? —Se cruzó de brazos mirando fierme a la chica, debajo de la mascarilla estaba su boca dibujando una sonrisa invertida denotando que la situación no le gustaba para nada, Harumi solo suspiró y tragó en seco esperando tal vez un milagro que la salvara, claro que dios no iba a ser tan bueno con ella y eso no iba a ocurrir.
—Es en serio, Risu no está interesada en Armin según lo que he visto es como si admirara su carrera musical lo que le gusta de mi hermano es su música y nada más. —A Levi eso no le convencía por más que se tratara de imaginar una Risu no fangirleando cerca del rubio, le era imposible porque la pelinegra tenía una pequeña y ligera no marcada obsesión con él.
—Conozco a Risu desde siempre, no me voy a creer que no siente nada por Aru después de todo esa chica tiene todos sus álbumes, cuando saca algo siempre es la primera en hacer fila para comprarlo ¿y me dices que eso no es nada? —Haumi solo suspiró guardando su libreta de notas, le encantaba aquel hombre como actor pero no iba a rebajarse a explicar las cosas si él mismo no la quería ver con sus ojos.
—Lo siento Levi pero me he de ir, tengo trabajo por hacer y si no me quieres creer ando perdiendo el tiempo. —Decepcionada así se sentía, no podía creer lo celoso y protector que era debía irse antes de que empezará a odiarlo.
—¿Estás huyendo? —Él la tomó del brazo antes de que ella se llegase a parar.
—No, solo estoy conservando mi dignidad y mi paciencia, no soy de las personas que hablen si no le creen así que espero que entienda y fue un placer pasar tiempo con usted. —Le dijo haciendo que la soltase del agarre, Levi había quedado impactado era la primera vez que una mujer se iba antes que él de un lugar y aún no obtenía la información que deseaba, sin dudas su mala suerte iba en aumento.
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Se habían hecho muy amigos Armin y ella, ahora les gustaba pasar tiempo en el departamento del otro charlando sobre sus vidas contándose viejas anécdotas o hablando sobre sus planes futuros a Armin le encantaba escuchar a la chica hablar sobre sus sueños de ser una reconocida escritora y ganar infinidades de premios. Los ojos azules del chico era como si revivieran una pequeña llama que apagada se encontraba cuando se cansó de ser el querido Aru.
—Entonces mi hermano me dijo: “Tienes talento para la literatura, no he leído algo tan bueno” y en ese momento supe que debía escoger ese camino, escribir siempre fue mi vida desde los quince años pero entrando en la preparatoria me decidí por entrar a la universidad de literatura de la cual ya me ando graduando. —Le terminó de relatar una parte de como fue que se dio cuenta de que su vida estaba entre las letras y las frases, Armin solo podía verla sonreír y sintió esos deseos de volver a tomar un lápiz entre sus dedos y volver a escribir alguna canción.
