Entre y rápidamente pude encontrar a el rubio, llevaba unos pantalones cortos negros, bueno vestía complemente de se color incluso la gorra que estaba sobre su cabello. Camine hasta él y cuando se dio cuenta de mi presencia dejo su celular sobre la mesa y se levantó para abrazarme y saludarme.

—Hola, por un momento pensé que me dejarías plantado —chisté la lengua y me senté frente a él.

—No haría eso, solo que ahora estoy a cargo de una adolescente que va a clases todas las mañanas.

—Suena muy complicado —hizo un pequeño mohín.

—Si que es complicado…pero bueno Luke, ¿cómo estás?

—Estoy bien gracias por preguntar —sonreí—, ¿Tú cómo estás Bella?

—También estoy bien, un poco hambrienta pero me encuentro de maravilla.

—Las gafas de quedan muy bien.

—Gracias, me las he puesto para evitar que mis ojos se roben la atención mientras estoy contigo —se relamió los labios y un hoyuelo se marcó en su rostro—, las gorras te quedan de maravilla.

—Gracias, me la he puesto para evitar que mi cabello se robe la atención mientras estoy contigo.

Había repetido lo que dije con un tono bastante peculiar que hizo que riera, su acento le daba otro toque a cada cosa que dijera, era un tanto exagerado pero bastante genial.

—No creo que eso sea posible…lamento haberme ido ayer de la nada pero ya sabes el trabajo es uno de los impedimentos principales para una mañana relajante.

—Sí lo creo, pero no te preocupes, ahora estás aquí y desayunaremos de nuevo.

A pesar de que tuviera la gafas de sol me entretenía verle a los ojos, era tan tranquilizante, su rostro me transmitía paz, él también estaba viéndome, sentía la intensidad de su mirada y estaba más que segura que él también sentía la intensidad de la mía.

Pero hubo algo que corto el momento, el celular del rubio comenzó a sonar él bufo un poco y no pude evitar sonreír, tomo su celular y después se lo llevó a su oído.

—¿Qué pasa? —hubo un silencio corto—, estoy en Noobs, desayunando, ¿Qué es lo que ocurre? —hubo otro silencio, el ceño del chico se frunció un poco—,¿Qué es lo que dices? No entendí nada de lo que acabas de decirme…habla más lento que no entiendo absolutamente nada.

El chico se alejo el móvil se la oreja y vio la pantalla un poco confuso.

—Perdona, era un amigo a veces suele ser un poco intenso —reí en lo bajo.

—Te comprendo yo también tengo una amiga así y también una madre.

—Tus aretes son increíbles —acercó una de sus manos hasta mi oreja izquierda y vio con atención los aretes.

—Gracias…—vi en dirección a su otra mano que estaba sobre la mesa y note algo muy particular—, el esmalte que tienes es genial, siempre he querido las uñas de color escarlata.

Con un poco de duda tome su mano y sentí como su cuerpo se tenso un poco, aprecie el esmalte algo desgastado pero bastante brillante, el color sin duda le quedaba. Levanté la vista y me encontré con sus ojos, estaba observándome con atención y lo único que pude hacer fue sonreírle y Luke hizo lo mismo.





Estaba apunto de ahogarme con un poco de jugo después de haber escuchado el pésimo chiste que Luke me había contado, esto era lo que tenían los chistes malos conmigo, no me daban risa por ser graciosos si no por lo malo que eran.

Lonely Hearts | L.HDonde viven las historias. Descúbrelo ahora