Era viernes, la casa estaba hecha un asco y Eli no podía dejar pasar otro día sin limpiar.
Axel solo miraba como iba de un lado a otro con trapeador en la mano.
- Oye, ¿No limpiaste hace unos días? - Preguntó mirándola con una ceja arriba.
- La mugre igual se acumula, Axel. - dijo pasando el trapeador por la sala.
- ¿Quieres que te ayude?
Eli se paró en seco y lo miró. No podía creer lo que estaba escuchando ¿Axel Doson ofreciéndose a limpiar?
- ¡Hey! ¿Me escuchas? - Preguntó desconcertado.
- Si. - Movió su cabeza. - Me vendría bien un poco de ayuda.
Axel tomó un plumero y comenzó a pasarlo por los muebles, mientras ella los pulía con un poco de aerosol para brillo.
Limpiar la casa se volvió divertido. Axel y Eli terminaron haciéndose bromas entre los dos mientras hacían los quehaceres de la casa.
Finalmente, al terminar los dos agotados, se sentaron en el sofá a descansar.
Ninguno dijo nada, sólo estaban en silencio disfrutando del descanso. Eli posó su mirada en la guitarra de Axel y la curiosidad la invadió.
- Axel...
- ¿Si? - Dijo el girando su rostro para encontrarse con el de ella.
- ¿Tocas guitarra?
- Oh... si. - Dijo no tan entusiasmado. - Pero solo cuando estoy triste. Es algo especial para mi. - Sus ojos cambiaron. – Creo que es lo único que me ayuda en esos momentos.
- Oh, no quería ponerte... incómodo. - Puso su mano en el ancho hombro de Axel.
- No te preocupes. - Sonrió.
- Gracias por ayudarme. - dijo en un tono de voz suave.
- De nada... Tienes un esposo tierno. - rió.
Eli rió con ganas. - Al parecer no conozco al "Axel tierno". - Hizo comillas.
- No sale muy a menudo. - Miró al piso. - sale más el "Axel fiestero"
- Ay Dios mío... - Rió. - ¿Quieres comer?
- ¿No iras a trabajar?
- No. - Sonrió. - Me dieron un día libre.
Eli fue a la cocina. Unos brazos musculosos la tomaron de la cintura y le impidieron caminar.
- Oye. - Rió. - ¿Qué haces?
- ¿Qué dices si vamos a comer juntos? - Susurró en su oido.
Ella giró y lo vio de a los ojos. El aún no la soltaba.
- No estarás flirteando conmigo ¿O si? - Frunció el ceño.
- Claro que no. Trato de ser amable, ¡Por el amor de Dios! - Dijo soltándola ofendido.
- Esta bien...- Dijo calmándolo. - Iré contigo. - Suspiró. - ¿A dónde me llevaras?
- Estaba pensando en...
Ella lo interrumpió. - Me imagino que no me llevaras al inmundo bar, al que siempre vas. - Cruzó de brazos.
- Justamente eso estaba pensando... - Hizo una mueca. - Pero iremos a dónde tú quieras.
Eli no pudo evitar sonreír, por primera vez se estaba llevando bien con Axel.
- Me iré a cambiar. - Dijo desapareciendo por el pasillo.
No podía explicar por qué pero estaba entusiasmada...
Miró a su placar ¿Qué ponerse para salir con Axel Doson? Negó con su cabeza... se estaba portando como una niña.
Finalmente agarró un par de prendas y se cambió. (http://www.polyvore.com/theres_always_first_time/set?id=84839870) y salió a la sala.
- Lista. - Dijo parándose a la par de él.
Él estaba con su celular, ya vestido. Se había puesto unos jeans negros y una remera blanca con dibujos raros. Al sentir su voz, rápido alzó su mirada.
- ¿Tanto te demoraste, solo para una unas ropitas y un par de sandalias?
- Arreglarnos es todo un proceso: tienes que elegir bien el atuendo, tiene que combinar con los accesorios y... - Una mano tapó su boca.
- Ya cállate, vamos a comer, tengo hambre. - Rió.
- No hagas eso. - Frunció el ceño.
- ¿Qué? ¿callarte?
- Si, no me gusta.
- ¿Y si lo hago con un besito, mi cielo? - Dijo estirando los labios, tratando de no reír.
- Mejor vámonos. - Abrió la puerta.
Bajaron al estacionamiento, pero Axel no fue hasta el auto de Eli, sino que se dirigió a su moto.
Eli lo miró seria.
- No me digas que eres de esas a las que la da miedo ir en moto. - Dijo Axel subiéndose en ella y arrancándola.
- No ese no es el problema. - Dijo fingiendo una sonrisa. - El problema es tener que ir pegada a tu cuerpo... ¿No podemos ir en mi auto?
Axel rió con ganas. - Por favor, Eli. Ya estuvimos juntos, muy juntos. - Subió su ceja. - No sería la primera vez, además esta vez no estarás ni borracha, ni desnuda. - Guiñó un ojo.
Eli lo miró sorprendida por su comentario. Sus mejillas comenzaron a arder y seguramente ya tomaban color.
Sin decir nada subió.
- Será mejor que te sujetes fuerte. - Dijo Axel sobre su hombro. - No soy de esos que no respetan la velocidad...
- Ni pienses que me voy a sujetar de ti. - Frunció el ceño.
- Ya lo veremos.
Luego de decir esas palabras arrancó la moto y aceleró para pasar como rayo por las calles.
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Siempre hay una primera vez.
RomanceSinopsis. Axel Doson, 24 años, soltero, un Casanova, o como muchos de sus amigos le decían "un Gigoló". Él vive la vida loca hasta el extremo y cada vez que puede pasar por la cama de alguna chica lo aprovecha. Sin embargo, decide ir más Lejos aún:...
Quince.
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