Angels like you (Drarry)

Everything has changed

— ¿Tu tienes escoba propia?

— No.

— ¿Pero juegas quidditch?

— No.

— Yo si, papá dice que sería un crimen si no me escogen para el equipo de mi casa —respondió con una sonrisa y puso su atención otra vez en el chico —¿tú ya sabes a que casa irás?

— No.

— No eres de muchas palabras, y bueno, nadie sabe realmente a que casa irá, pero yo supongo que iré a Slytherin como todos en mi familia.

— Yo no estoy seguro de como será, supongo será una sorpresa —se encogió de hombros con una sonrisa nerviosa.

Draco vio un poco más allá y pudo ver por la vitrina de la tienda al hombre más alto que había visto en su vida.

— ¡Oye, mira a ese hombre! —le dijo señalando la vitrina y pudo ver como el chico se giraba y daba una sonrisa al hombre.

— Es Hagrid —le respondió— trabaja en Hogwarts.

— Es el sirviente del castillo, ¿no? —preguntó el rubio.

— En realidad es el guardabosques —respondió el ojiverde.

— Oh

— Listo, cielo, ya puedes bajar —dijo la mujer que estaba arreglando la capa del rubio.

— Supongo que nos vemos en Hogwarts —dijo Draco mientras se bajaba del pequeño taburete en el que estaba— por cierto, soy Malfoy, Draco Malfoy —dijo mientras extendía su mano.

— Y yo soy Harry Potter —respondió en voz baja y estrechando su mano, de inmediato la cara de Draco mostró asombro y antes de que dijera algo Harry lo detuvo —por favor no hagas escándalo por esto, es extraño

— Oh no te preocupes, amm... entonces nos vemos en el tren o la escuela, como sea —respondió nervioso

— De acuerdo —le dijo el pelinegro con una sonrisa sincera que le provocó una sensación que no supo explicar que significaba.

Draco salió de la tienda con un poco de emoción y nerviosismo combinados, había escuchado las historias del famoso Harry Potter, tan solo un bebé que derrotó al Señor Tenebroso, probablemente sus padres estarían contentos de saber que había conocido al niño más famoso del mundo mágico, no podía esperar a contarle a Blaise y a Theo al respecto, caminó a la tienda de a lado con una sonrisa en su rostro recordando la mirada del pelinegro, era verde, su color favorito, uno que estaba presente en su vida y sin que lo supiera, que seguiría en ella a lo largo de esta.

No se había equivocado, tan pronto se encontró con sus padres y les habló del niño que había conocido en la tienda de Madame Malkin, su padre había insistido en que lo correcto era que tratara de hacerse cercano a él tan pronto tuviera la oportunidad. Lo que restó del verano ya no hubo visitas a sus amigos, todos estaban en diferentes viajes en familia alrededor del mundo, disfrutando de los últimos momentos como una antes de entrar al colegio, Draco no podía esperar todo un mes para contarles a sus amigos por lo que les envió una carta a cada uno para contarles sobre como había conocido a Harry Potter y que obviamente tenían que hacer que fuera parte de su grupo de amigos, Theo respondió afirmativamente ante la idea de tener a una estrella entre su grupo de amigos, mientras que Blaise le respondió con burla que probablemente trataba de engañarlos y que no había manera de que hubiera conocido a Harry Potter en un encuentro tan casual, Draco se había prometido a si mismo que haría lo posible por demostrarle a Blaise desde su primer día en el castillo que no mentía al respecto.

....

— No olvides enviar una carta cada semana, cariño —su madre apretó su mano con cariño agregando una pequeña sonrisa.