Capítulo 11: Final

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-¡Fargan! ¡David por favor! No te puedes ir ahora, por favor no me abandones...

Mientras que el de ojos amatistas gritaba esto, el cuerpo inmóvil del medio búho se encontraba tirado en el suelo, con los ojos abiertos, sin respiración ninguna. Era obvio que estaba muerto, pero, no por mucho tiempo...

La niebla de regeneración empezó a ocupar el lugar haciendo que ahora de los ojos de Vegetta salieron lágrimas de felicidad ya que sabía que Fargan reviviría.

En cuanto la niebla se disipó Samuel midió el pulso de su compañero, suspirando de alivio al ver que si que tenía.

-Fargan... Despierta vamos.

Los ojos del alfa se empezaron abrir lentamente mirando a su alrededor antes de decir confundido:

-¿Vegetta? ¿Qué ha pasado? Pensé que iba a morir...

-Nada, no ha pasado nada, estás bien... - susurró el antes nombrado, tirándose a abrazar al híbrido de búho, mojando su camiseta con sus lágrimas.

El de ojos amarillentos se quedó en shock por la actitud de su compañero durante un par de segundos, correspondiendo al abrazo mientras que acariciaba la espalda del contrario.

Se quedaron en esa posición lo que les parecieron horas, hablando de cómo se sentían, de dónde estarían sus compañeros y sobre misiones que habían hecho juntos, olvidándose por unos momentos de la horrible situación en la que se encontraban.

En ese momento la puerta se abrió, haciendo que ambos se tensaran y que se separan, girándose a mirar hacia la puerta.

-¡Yepaaa! ¡Ya llegó la caballería!

-¡Lolito!- gritaron ambos separándose a la par que corrían hacia la puerta para abrazar a su amigo pelirrojo.

-Tomad esto, lo vais a necesitar- dijo Lolo después de romper el abrazo, pasándoles una espada y un escudo de diamante a cada uno.

Ambos héroes tomaron las cosas saliendo de la celda, siguiendo a su compañero de hebras naranjas a través de los múltiples pasillos.

-Bueno, los otros tres ya están a salvo, nos reuniremos en la sala central. Ellos ya están ahí, no os preocupéis.

-¿Tres?- preguntó Vegetta confundido ya que él no sabía que Frank también estaba encerrado en ese lugar.

-Si, tres- empezó Fargan suspirando- Ya verás quien es cuando lleguemos.

Siguieron recorriendo los pasillos en un completo silencio, andando con cuidado de no ser vistos, evitando varias veces a algunos guardias que paseaban por el lugar, vigilando que ningún prisionero se escapara. Obviamente no estaban haciendo bien su trabajo.

Tras unos minutos todos llegaron a la sala central donde se encontraron con Willy, Mangel, Luzu, Auron, Rubius, Alex y... ¿Staxx?

-¿Frank? ¿E-Eres tú?- preguntó Samuel con lágrimas en los ojos antes de correr hacia su viejo amigo y empezar a abrazarlo.

-¡Vegetta! No sabes cuánto te he echado de menos. - dijo el de ojos verdes soltando también un par de lágrimas, las cuales fueron removidas con el dorso de su mano.

-Llevo años sintiéndome culpable por tu desaparición, yo... No quería preocupar a los chicos, pero creía que estabas... Mu-muerto...

-Pues no lo estoy, no te preocupes no eres el culpable de nada de lo que me ha pasado...Ellos lo son.

Al decir esas palabras todos se giraron viendo cómo estaban rodeados, sin posibilidad de escapar, por hombres y mujeres vestidos de negro con espadas, escudos, tridentes y armas de fuego.

Ansiedad (Karmaland)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz