Eclipse.

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Había una vez, un satélite y una estrella, los cuales eran apodados la Luna y el Sol. Ambos siempre han tenido confrontaciones debido a sus diferentes opiniones, y aquel día no era la excepción. La luna quería ocultar al señor Sol visto desde la Tierra, pero este se negó. Una mañana todo cambió cuando la luna amenazó al sol diciéndole que se interpondrá en su camino en pleno día, a lo que el sol le respondió:

-¡Tú no harás nada, porque tengo el respaldo del señor Planeta Tierra, y sin él no podrás hacerlo!- La luna emitió una ligera carcajada y le dijo:

-Ayer hablé con el Planeta Tierra. Le comenté de tu gran irresponsabilidad al manejar esos rayos de luz, además le expliqué lo necesario que es este evento, y él aceptó sin ningún problema-agregó con cinismo.

Se encontraba más que molesto, ya que las palabras de la luna eran una aberrante mentira bien elaborada, pero ya se las pagará.
El sol se contactó con las estrellas, y les dijo unas cuantas mentirillas piadosas sobre la luna, que al final ocasionarían un caos en el universo.
La luna al darse cuenta de aquellos malintencionados chismes , no dudó ni un segundo en contactarse con el planeta tierra y comunicarle las grandes calumnias que el sol estaba inventando de ella. Ese mismo día, el señor planeta tierra, canceló al sol cubriéndolo con diversas capas de nubes, además lo amenazó con cancelarlo unos días más sino controlaba sus malos comentarios.
La luna emitió una carcajada burlesca, ya que todo le estaba saliendo mal al señor sol. Por otro lado, él se quedó callado sin emitir ni una sola palabra. Todo el universo lo clasificaba como embustero e irresponsable, además, se sentía muy apenado de haberlo hecho, debido a que le atrajo muchos problemas. De igual forma, el sol no quería participar en aquel evento que llamaron eclipse. El sólo imaginar que la luna se juntaría con él, le daba ñáñaras.
Con un poco de timidez, el sol habló con el señor planeta tierra, y se disculpó de la manera más sincera, el planeta aceptó las disculpas, pero le dejó una ligera reflexión:
-"Actuar de manera impulsiva, sólo atrae más problemas. Le pusiste más atención a las palabras de la luna, que olvidaste tu propósito en este universo, y por querer ganar una pelea absurda, te perjudicaste a ti mismo."-le dijo. Además le sugirió que arreglara sus diferencias con la luna, tal vez lo único que les hacía falta era conversar.

El sol no estaba muy convencido de hacerlo, pero de igual manera así lo hizo. La luna lo miró con indiferencia, y le preguntó: - ¿Qué es lo que quieres?-A lo que él le respondió: -Sólo quiero disculparme, mi actitud contigo ha sido repugnante. -La Luna no contestó nada, entonces el sol prosiguió: -Todo este tiempo hemos discutido por nuestra diferencia de opiniones, sin ni siquiera darnos una oportunidad de conversar de satélite a estrella. Pero desde ahora, prometo respetar tus ideologías y opiniones, así como también, te pido respeto por las mías-terminó por agregar. Desde ese momento, la perspectiva que la luna tenía del sol, había cambiado para siempre, ya que le demostró la compatibilidad que pueden llegar a tener sí manejan la palabra respeto. Además, se disculpó debido a su comportamiento arrogante.
El eclipse llegó, con la hermosa combinación de un satélite y una estrella. Así de resplandeciente se veía el eclipse cuando el orgullo se deja a un lado y todo se gobierna en son de paz.
Desde ese momento, la Luna y el Sol jamás volvieron a tener problemas, porque aprendieron a respetarse mutuamente.

FIN...