Recuerdame, amor. (EN PAUSA)

1. Día Martes, 5 de ENERO.

NARRADOR: TEO

Que dolor de cabeza. Y que ganas de vomitar. Jamás debería haber tomado de la manera en que bebí. 5 cervezas. 2 vasos de vodka. Música. Chicas. Y ahora escuela.

-Teo, cuantas veces te he dicho que no salgas los días de semana.- Protesto mi madre.

Vivo con mi madre, en el pequeño pueblo de Omaha, ella se dedica a decorar jardines y en su tiempo libre pinta los cuadros más bonitos que existen. Mi padre es médico y no vive con nosotros porque nos abandono para formar otra familia.

-Era el cumpleaños de Jack. Solo fueron unas cuantas cervezas.-replique

-No, no fueron unas cuantas cervezas. Y lo peor es que viniste manejando la camioneta. ¿Si hubieras tenido un accidente?  Borracho no se conduce.-

-Pero no paso nada. No te preocupes.-

Tome una tostada de la mesa, recogí mi mochila y espere a que Kevin viniera a buscarme. Kevin,  del grupo, es mi mejor amigo.

-¡ Hey Teo! ¡Sube ya amigo! Presiento que si no llegamos cuanto antes a la escuela, la policía va a encontrarme.-

-¿Que hiciste?!-

Kevin hacia desastres. No era un chico malo, pero tampoco santo como la chica Sam del instituto ni mucho menos.  La última locura que hizo fue arrojar huevos a la casa de su vecina, quien lo acuso de tirarle piedras.

 -Nada, es por conducir en mal estado anoche.-Grito. La música estaba demasiado fuerte- ¡Que noche hermano!

-¡Las fiestas de Jack son una locura!-Reí  de solo recordar el desorden de anoche. -¿Qué hacia Pedro en la fiesta? ¿Desde cuándo se aceptan bobos en las fiestas?

-Hermano, te encaminaste justo en donde quería llegar.-

-No entiendo, explícate.-

-Pedro estaba ahí porque quiere formar parte de nuestro grupo. Jack le dijo que si quería ser parte de nosotros tenía que aceptar el reto de entrada.-

-Oh no, ese reto.-Dije un poco preocupado. Los retos de Jack para entrar en nuestro grupo eran los peores.

-¡Oh si! ¡Si! ¡Claro que si! Ese reto.-Kevin me observo fijamente- Va a ser genial.

Cuando llegamos al instituto Kevin apago la música y mis oídos parecían no escuchar bien.

-Hola, que tal esta mañana, eh.- Nos saludo Jack

-Vómitos. Esa es la única palabra.- Respondió Kevin y le apretó la mano.-

-Cuéntame sobre Pedro.-dije mirando a Jack

-Ah, el bebe vino diciendo que quería formar parte de nosotros. Le dije que tenía que aceptar el reto que le pongamos.-

-No seas tan duro con él, Jack. -respondí lamentándome por Pedro.

-Teo, desde cuando eres tan bueno.-Rio fuerte y golpeo mi espalda.- Vamos, es hora de entrar a clase.

NARRADOR: SAM.

El suave sol entraba por mi ventana. En invierno el sol apenas aprece. Hice mi oración de las mañanas, y me prepare para el colegio. Pantalón, remera, campera, y mi bufanda gris. Mi padre me esperaba en la mesa.

-Buenos días, hija.-Saludo. Mi padre, era un viudo de 50 años. Sí, mi madre murió por culpa de una enfermedad terminal, desde entonces mi padre y yo nos unimos mas a la iglesia, en busca de consuelo. Ya lo vamos superando, de a poco.

-Hola, papa. ¿Cómo amaneciste hoy? La lluvia no me dejo dormir.-

-Por suerte, no la escuche.-