𓂃﹟𝐎𝟔 ꧇ dinner ✰

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     ─ ¿Por qué no cenas acá entonces ─ Yuta le señaló el asiento frente al suyo ─ Conmigo. No quiero cenar solo.

     El rostro de Mark cambió enseguida, sentía cómo los nervios recorrían cada parte de su cuerpo, y cómo de costumbre, su rostro empezó a arder con más fuerza. Quería que la tierra se lo tragase completo.

     ─ No creo que sea correcto, pero si te sientes solo, puedo estar acá mientras cenas.

     ─ ¡Al diablo con lo que sea correcto o no! Vamos, nene, siéntate un rato y compartamos esto, es mucho para mí solo.

      Mark estuvo al borde de decir algo, pero retembló al ver cómo Nakamoto Yuta se levantaba de su asiento, soltando sus cubiertos y moviéndose hasta su lado para jalar la silla toscamente y estirar su mano para indicarle que se siente. Yuta tenía una media sonrisa en sus labios y aunque no era más alto que él, su cuerpo se imponía contra el suyo, que era tan delgado y menudo.

     Mark sintió que todas las respuestas posibles se le borraban de la mente.

     ─ Siéntate, nene ─ la voz gruesa de Yuta hizo eco en el ambiente.

     ─ Muchas gracias...

     Yuta no se movió hasta observar cómo su nervioso criado se sentaba sobre el asiento, con el rostro más enrojecido que nunca, sin saber exactamente qué hacer. Le colocó un plato a su lado y colocó dos brochetas sobre él, regresando a su sitio luego.

     ─ Está algo caliente, ¿No?

     ─ Está bien.

     ─ Está bien cagado ─ soltó, mientras se daba cuenta que Mark también reía un tanto ante su comentario ─ Se supone que ya es tiempo que el resto del personal vuelva.

     Estuvo al borde de añadir algo más cuando el timbre de celular resonó nuevamente, anunciándole que había llegado un nuevo y maldito mensaje. Tras leerlo unos dos segundos, lanzó el aparato hacia la mesa, tomando un trago de su bebida y regresando su mirada hacia el único punto de importancia en ese momento: Mark.

     ─ Es uno de mis amigos, está que me jode con el pretexto de que lo suspendieron dos días por contestarme en clase. Pedazo de miércoles, sólo debería agradecerme de que lo libré de estar calentando el asiento tanto tiempo.

     Sin embargo, la supuesta broma no pareció hacer efecto en Mark, quién había abierto sus ojos repletos de preocupación. En su caso, ser suspendido era algo impermisible.

     ─ ¿Lo han suspendido? Eso es algo muy malo, puede tener consecuencias luego en su promedio...

      ─ No es mi culpa que el estúpido ese no sepa cómo cubrir un celular.

     Mark se mantuvo callado, y volvió sus ojos hacia la comida, sin saber qué más decir o comentar. Se sentía demasiado diminuto sentado en esa mesa, a la que suponía que solo debía servir.

     ─ ¿No vas a comer? ─ Yuta se mordió el dedo pulgar, echándole una mirada al plato completo del menor ─ ¿No te gustan los langostinos?

     El muchacho se apresuró a responder.

     ─ No-No... No es eso, claro que me gustan.

     ─ Qué bueno, nene.

     Yuta esbozó otra media sonrisa, mientras lo observaba llevarse una brocheta a los labios, mordiéndola suavemente con esos malditos labios provocativos que tenía.

     ‹oh, carajos, mirar eso era insoportable›.

     ─ ¿Y tu bola de pelos? ─ preguntó con una sonrisa fingida, aclarándose la garganta.

passionate innocence  ֶָ  yumarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora