No es que le sorprendiera tanto que su tía haya tratado eso, le sorprendía lo callado que el asunto estuvo, nadie se había enterado de eso, sabía por experiencia que la mejor manera hubiera sido con una presión familiar detrás.

— Pues mira, acabó con Cadmus, que por muy idiota que fuese sin lugar a dudas era el hombre para ella —Anunció con una frialdad que no acordaba con la nota alegre que había dedicado a su cuñado, cierto era que Cadmus había sido menos brillante que Ariadna, especialmente cuando se trataba de ella que se convertía en un idiota que solo quería bajarle la luna y las estrellas a su hermana, pero de que siempre la trató como una reina y eso no podía negarlo.

Harry alzó su ceja mirando a su tío de forma furtiva, siempre salía eso cuando hablaba de su padre, para su tío era un tonto, pero en sus diarios se daba cuenta que su padre era brillante, incluso más que su madre pero era callado, reservado, lo que podía parecer que la estrella era su madre, supuso que ese era el problema, o tal vez la visión sesgada de hermano mayor de Connor.

— Creo que eso es lo único en lo que tú y yo estaremos de acuerdo, al menos siempre parecía alegre cuando hablaba de él en sus cartas —Acepto a regañadientes, por muy poco que le gustase que Ariadna no hubiera acabado con Orión debía de reconocer que no la había visto más feliz que cuando le había contado de ese chico de Durmstrang que le había invitado a bailar tras darle rosas, las citas en barco, la sorpresa que le invadió cuando lo vio en la academia Olimpia llevándole flores.

— Bueno, siendo que creo que ya acabaron de insultarse entre ustedes podemos volver a lo que nos compete, ¿No?, porque, digo yo, no me pediste venir solo para insultarlos ¿Verdad? —Esperaba que no, no solo porque a Harry parecía que se le acababa la paciencia mientras que Lily parecía cada vez menos dispuesta a detener a su hermano, habiendo aflojado los hombros, ninguno parecía feliz con el disgusto hacia su padre.

Esperaba que ese temperamento fuese algo continuo porque sería la excusa perfecta para que su tía Cassiopea no intentase forzar un matrimonio, podría decir que Sirius y Harry tenían un temperamento muy volátil como para dejarlos unidos como una unión política, sería un desastre, alguno terminaría muerto y apostaba que sería su preciado sobrino.

— Cierto —Suspiró la mujer manteniendo esa frialdad que le caracterizaba en todos los asuntos políticos, antes de girarse a ver a los niños— Por mucho que haya dudado de la sensatez de mi ahijada debo reconocer que es un plan brillante, nadie sospecharía que un Slytherin se escondería, mucho menos como un nacido de muggles —Aceptó, y Alphard debía darle la razón, la idea de que un Slytherin, sangre pura de la excelencia y pureza más exquisita entre los puristas, se escondiera como nacidos de muggles era tan ridícula como para descartarse en cuanto la idea llegase, tal vez esa era la razón por la que su hermana no podía ubicar los rasgos del chico.

— Tengo que estar de acuerdo con el señor Black —Formalidades, la peor pesadilla de Alphard y una que no le gustaba viniendo de parte de la joven serpiente, aparentemente demasiado venenosa— No creo que haya venido aquí únicamente para insultar a mi querido tío —Y ahí estaba dejando en claro del lado de quien estaba, algo que Alphard sabía que no le gustaría a su tía— Así que asumo que vino por intereses políticos, si intenta torcer mi mano para ponerse en mi lado bueno, los duendes ya tienen noticias para hacer público mi apellido —Siseo con frialdad.

Y otra vez Alphard debió reconocer porque el sombrero seleccionador lo había mandado a Gryffindor, si lo hacía público estaría en el ojo del huracán, todos se le echarían encima, y dudaba que el tal Voldemort se tomase en bien que alguien desmintiera que era el heredero de Slytherin, pero le demostraba lo poco que pensaba permitirse ser usado o manipulado, comenzaba a entender porque su tía decía que nadie podría hacerlo torcer el brazo, lo proclamaba, estaría dispuesto a lanzarse contra todos con tal de que su voluntad prevaleciera, algo valiente.

¿Evans?... No, Peverell y ¿Serpientes?Where stories live. Discover now