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El sonido del teléfono de JungKook lo hizo despertar.

-¿YoonGi hyung?

Sintió su garganta arder.

-¿Acaso no piensas venir a trabajar? Deberías haber llegado hace una hora. ¿Dónde estás?

-Ya voy llegando.- Respondió con dificultad.

Colgó la llamada y se removió en su cama para luego arreglarse rápidamente y correr para el bar. Pero otra llamada lo detuvo. Lo retrasó, como siempre.

...

-Kookie, ¿estás bien?- Habló JiMin apenas lo vio entrar. Lucía pálido y sus ojos estaban opacos.

-¿E-está TaeHy- Habló con voz rasposa

-Está arriba, ahora dime qué tienes.- Interrumpió.

JungKook no le prestó atención y fue a la oficina la cual golpeó inmediatamente apenas estuvo en frente.

-Adelante.

Pasó con cautela.

-Dime.- Habló TaeHyung invitándolo a hablar.

-¿P-puedo... tomar el día lib-bre?- Preguntó el pelinegro poniendo mucho esfuerzo en su voz.

-Suenas terrible, ¿te resfriaste?- Dejando su teléfono a un lado y frunciendo su entrecejo por la preocupación que le generó el menor.

JungKook negó.

-Está bien. Si necesitas algo, me puedes decir.

El contrario asintió y salió del bar. Debía calmarse.

TaeHyung sonrió inconscientemente por lo tierno que se le hizo ver a JungKook hecho casi una bolita con su bufanda negra y siguió atendiendo la conversación que dejó pendiente.

-Te estaré esperando. No llegues tarde.

14:37

-Estaré allí.

14:37

-

-Cierren temprano.- Dijo TaeHyung poniéndose su abrigo mientras se despedía de sus amigos que atendían en la barra.

-Por fin sales de ese agujero.- Habló YoonGi mientras servía un poco de whisky a un cliente.- ¿A dónde vas? Apenas son las nueve.

-Kyungsoo se me invitó a su bar.

-Vaya, ese lugar es genial.- Habló JiMin uniéndose a la conversación.- Cuídate, Tae.

El castaño se terminó de despedir con una sonrisa y se dirigió a su auto emprendiendo su camino. Se estacionó dos calles antes, debido a que el bar de su amigo quedaba en una zona en donde habían varios lugares de esta clase, por lo cual, era muy transitado por peatones.

Caminó y entró al establecimiento, había una luz mucho más tenue que la de sus bares siendo decorada por luces más vivas rodando, música a un exagerado volumen y mucha más gente en montones. Se extrañó un poco, la última vez que lo visitó era tranquilo, ahora parecía un antro.

Conocía el lugar, así que caminó hasta la oficina de su amigo tocando a su puerta.

-Pase.

TaeHyung abrió con cautela mientras era recibido con una linda sonrisa.

-¡Tae! Que puntual.- Dijo el chico acercándose para darle un cálido abrazo.- Sígueme.

Los dos caminaron hasta unas escaleras que daban a un tipo de balcón desde donde se podía ver el resto del lugar y había menos bullicio. Se sentaron en una mesa en fondo del pasillo.

𝙳𝚎𝚜𝚝𝚎𝚕𝚕𝚘 | 𝕋𝕂Where stories live. Discover now