8° CUMPLEAÑOS

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Los días como hoy suponen dicha, sin embargo para mi este día significa agonía, en lugar del trabajo fui al bar de la esquina, me tome un par de tequilas hablo de botellas claro está, hacía poco más de seis meses desde que me separe de mi esposa, no la había visto desde entonces, pero ese día en la noche algo mágico ocurrió.

Ella estaba ahí sentada en la orilla de la cama, me miraba con sus ojos fijos en los míos, yo me quedé petrificado sin saber exactamente qué hacer, intentaba no moverme incluso evitaba respirar demasiado fuerte para no ahuyentarla, parecía que mis torpes movimientos le causaban algo más que gracia y me veía con ojos curiosos intentando descifrar mi siguiente movimiento, yo moría de nervios haciendo a todas mis extremidades torpes, sin duda alguna nadie te prepara para algo así en la vida, intente acercarme a ella cautelosamente y cuando no opuso resistencia lo hice un poco más rápido, temía que en cualquier segundo desapareciera, y fue así como al llegar hasta ella le cuestione en un gentil susurro.

-¿Qué haces aquí pequeña?- La niña volteó a verme con sus ojos azules y sus rizos amarillos cual querubín y me sonrió para responderme.

"He venido a juga contigo, porque he visto que te sentías muy solo papi"

Me quedé ahí mirándola, sin saber exactamente qué responder, después de todo si no la hubieran secuestrado y tirado al rio aquella noche de abril del año pasado, hoy sería su octavo cumpleaños. 

Thinking Out LoudWhere stories live. Discover now