XVI. Risas drogradas

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El tiempo se condensa

en aquel atardecer rojo


si supieras que tus palabras erizan mi piel

como esa brisa nocturna


aspiro el humo de la hierba

y se derrite mi garganta


los minutos se esfuman

en nuestras risas drogadas


el agua de la piscina

se enfría a nuestros pies


el pasto se detiene

el silencio nos abraza


y me pregunto al mirarte

si es posible también enfriar las horas



Nota de autor: Hace mucho tiempo que no publico nada, menos intentos de poesía, como me gusta llamarles (xd) Pero la razón es que había dejado de escribir este tipo de textos. Este fragmento lo encontré por casualidad rebuscando en lo que me gustaría decir una caja polvorienta escondida en mi ático, aunque en realidad era una carpeta digital de Windows 10. Me gusta más la primer versión, claramente. 

No me acordaba de este texto y leerlo me transmitió una calidez en el pecho que quise compartir con ustedes antes de dar por cerrado este libro, como doy por cerrada una etapa de mi vida con él. Una que siento que ha terminado con un final feliz. 

Si vuelvo a escribir alguna otra recopilación de pensamientos, opiniones e intentos de poesía, les aviso por el tablero de noticias. Ahora me estoy centrando en historias y cuentos que pueden encontrar también en mi perfil.

Muchas gracias por leerme y dedicarle un tiempito a este librito tan espontáneo e íntimo (aunque esté en esta plataforma)<3 Espero que nos volvamos a ver

Palabras sueltasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora