Capitulo 6: Y entonces, ella no estaba.

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Y de pronto, en medio de la oscuridad, el sonido agudo de un teléfono sonando inunda el silencio de la habitación. Ninguno de los dos adultos se inmuto, completamente perdidos en sus sueños mientras que aquel sonido molestoso no paraba. Una y otra vez, sonando y sonando hasta que el hombre soltó un gruñido ante la interrupción repentina de sus sueños. Abrió un poco sus ojos, acostumbrándose a la oscuridad que lo rodeaba hasta ver a su esposa murmurando en sueños, seguramente igual alterados por el sonido irritante.

Una vez más se escucho, y esta vez el hombre no tuvo mas remedio que levantarse de entre las frazadas para alcanzar el teléfono en la mesita de noche que su esposa tanto insistió en poner, descansando un poco los ojos mientras traía el aparato a su vista, frunciendo el ceño cuando vio la hora. ¿Quién llamaría a estas horas?

Su cuerpo comenzó a funcionar apenas aquello cruzo por la mente. Nadie hablaría a estas horas salvo que fuera algo malo... Simplemente se apresuró a descolgar, llevando el teléfono hasta su oído.

─¿Hola?─ Saludo extrañado, aún más cuando escucho respiraciones agitadas del otro lado.

─¿Alejandro?─ Contestaron del otro lado, y él con el ceño aún más fruncido se enderezo en la cama.

─¿Michael?─ Cuestiono, aunque estaba bastante seguro que era él, pero, ¿porqué?─ ¿Todo bien?

Y de nuevo tardaron en contestar, casi como si hubiera una interferencia o algo por el estilo.

─Si.. Perdona por molestar a estas horas pero no sabía a quién recurrir─Se disculpó, la misma respiración agitada mientras seguramente tratar de buscar las palabras adecuadas para expresarse─ Mi pequeña no está por ningún lado...

Y sino estaba completamente despierto hace unos instantes, en definitiva ahora lo estaba.

─¿Lauren?─ Estaba haciendo bastantes preguntas fuera de lugar, sí, él estaba consciente de eso, sin embargo la repentina preocupación que sentía no ayudaba en absoluto. Por supuesto que hablaba de Lauren, pero el hombre no quería escuchar aquellas palabras.

─Así es, Alejandro─ Y ahí estaba aquellas palabras..─ Clara y yo salimos, Taylor dormiría con una amiga y Chris está en aquel campamento... La única que debía estar en casa era Lauren, pero no estaba por ninguna parte. He tardado de llamarla pero nada, no hay ninguna señal de ella.. Cielos, sí está en tu casa me harías..

Alejandro no escucho más, porque se había levantado inmediatamente de la cama y como consecuencia el teléfono abandonó su oído por unos segundos. Vio como su esposa ahora lo veía confundida, casi preocupada por el seguro semblante consternado del hombre mientras abandonaba la habitación cruzando el pasillo hasta la habitación de su hija.

─Espera un momento, Mike.

Y es que sólo rezaba por que la ojiverde también estuviera ahí, porque no sólo era la novia de apenas meses de su hija, sino era parte de la familia desde mucho antes, y creer que estaba por ahí fuera a esta hora le ponía los vellos de punta. Pero cierta parte de él sabía que la ojiverde no estaría en la habitación de su pequeña, Camila le hubiera avisado en todo caso.

Dejo de generar pensamientos mientras su mano tomaba el picaporte de la puerta y poco a poco la abría, su corazón martillando contra su pecho cuando se dio cuenta que ni siquiera la castaña estaba ahí.

(...)

─¡Maldición!─ Maldijo el hombre rubio mientras pasaba sus manos por su cabello, casi arrancándolo mientras caminaba de un lugar a otro─ ¡Maldición!

─Alex, cariño..─Hablo la mujer a su lado, sus movimientos delicados mientras trataba de acercarse al hombre que literalmente estaba echando humo por la cabeza─ Está bien..

Y entonces el hombre se giro, lágrimas en sus ojos inyectados mientras negaba con la cabeza, apartando las delicadas manos que lo querían calmar.

─¿Cómo va a estar bien, Jessica?─ Casi gritó─¡Mi hija está allá fuera en quién sabe donde! Literalmente escapó cuando aquellos hombres tocaron la puerta..─Se detuvo un poco, la consternación escrita en todo su rostro─¿Porqué siquiera tenían una maldita orden de aprensión en su contra?

─Alexander...

─¡Maldición!

La mujer de cabello negro hizo un nuevo intento, tratando de acercarse cautelosamente.

─Ellos se encargarán, ¿vale? Encontrarán a Perrie y luego..

Él nuevamente espetó:

─¿Y luego qué, eh? ¿La atraparán por la jodida orden? ¿Porqué tenían una en contra de ella? ─Y para esto, el hombre al parecer de roca se rompió, aceptando ser acunado entre los brazos de su esposa mientras lágrimas de desconcierto comenzaban a hacer su camino─ El mejor padre del mundo, ¿eh?

(...)

─No estarás pensando qué...─ La mujer dejo la frase al aire, miedo verdadero en su rostro mientras miraba la habitación de invitados donde se supone su hija debería estar ahorita. Se negaba a creerlo, miraba al hombre que se supone debería amar con miedo al siquiera pensar tal atrocidad.

─¡Entonces dime donde demonios está Jade, Norma!

─James, lo que decir es algo muy serio, ¿está bien? Ella fue a declarar esta tarde después de la escuela, si hubieran encontrado algo esta mañana en su contra lo hubiéramos sabido ya, ¿no lo crees?

El hombre negó, caminando por la habitación en busca de alguna pista..

─Bien sabes que no es algo tan rápido, Norma─ Recalcó él, bastante seguro de sus palabras. Claro, el era fiscal, los años de trabajo lo habían llevado hasta lo que era ahora y sus acciones deliberadas y sin sentimientos lo hacían el mejor. El presumía acerca de eso a diario, alardeando sobre la firme mano que necesitabas tener para tomar decisiones como las que él que tomaba. Norma, a su vez, era abogada, dueña del bufete más famoso en todo el condado, por supuesto que sabía que las autoridades no sacarían una respuesta inmediatamente después de haber encontrado el cuerpo de aquel chico, pero aún así.. Era atroz.

─¿Sabes qué es tu hija de quién estas hablando, cierto?─Espeto de mala gana, sangre hirviendo pero apenas recibió aquella mirada recriminadora, cuido lo que decía─Tal vez está con Perr─

─Por supuesto que está con esa chica..─ Dijo entre dientes─Lo único que hicimos esta mañana fue tratar de sobre llevar todo.. Maldición, Norma, ¿sabes lo que me costó esta tarde que nada de esto saliera en los periódicos? ¡Nuestra carrera estaría arruinada por las tonterías de esa malcriada! ¿Y que hace ahora? ¡Se escapa con esa rubia tonta!

─James..

─¿O dime entonces porque Jade no está aquí?

Norma se tragó las palabras, honestamente ni siquiera sabía que pensar.

A/N: Así que no he puesto como que mucho el pasado de las chicas porque quiero que eso se vaya descubriendo poco a poco, como por ejemplo la situación de ellas con sus padres o cosas por el estilo, espero que estén disfrutando esta historia y enserio me ayudaría tanto que la compartieran c:

Handle This-. Camren & JerrieWhere stories live. Discover now