Capitulo 5: Millas lejos.

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─De ninguna manera..─ Murmuro entre dientes, girándose a ver a la rubia en el asiento trasero.─ Por dios Perrie, apoyáme con esto.

─Lo siento pero creo que ella tiene razón─ Contestó la rubia, moviéndose incómodamente cuando un resorte del asiento le recordó que tal vez la ojiverde no tenía tanta razón─ Tal vez debamos pasar la noche aquí, además, ¿a dónde iríamos? Tengo una pierna sangrando ahora mismo.

─¡A eso me refiero!─ Intentó una vez más Camila, girándose a la ojiverde para encararla─ ¡Tiene una pierna sangrando! ¿Porqué deberíamos quedarnos en el auto?

─Camila...

─¡No, Lauren!─ Y finalmente, su voz se rompió─ ¿Crees que no he dudado de dónde sacaste este auto? Es robado, todas lo sabemos, y aún así, ¿quieres que nos quedemos la noche aquí? Apenas den las cinco de la mañana comenzaran a pasar autos por aquí, y nuestros padres se darán cuenta que no estamos por ningún lado, ¿Y luego qué?

Lágrimas aparecieron en cuestión de segundos en el rostro de Camila, y ella apartó la mirada inmediatamente. Honestamente no sabía porque aquellas lágrimas se habían escapado, tal vez era el miedo y desconcierto que sólo crecía con las decisiones de la ojiverde. Camila sabía perfectamente que su chica sólo trataba de mantener la calma y hacer lo mejor, pero a veces -casi siempre en realidad, y honestamente Camila lo odiaba- la ojiverde tendía a querer tomar el control de la situación sin siquiera saber cómo, tomando aquella actitud terca que no escuchaba absolutamente nada.

Lauren también lo sabía, por supuesto que lo tenía que saber porque se trataba de ella misma después de todo, y honestamente, también lo odiaba. Sólo quería ayudar, sólo quería protegerlas de alguna manera pero a veces se le olvidaba las tantas veces que ellas la habían ayudado sin ningún problema. Se supone que todo esto era recíproco, ¿no es así? Ella le había dicho a Perrie que a pesar de todo, ellas estaban juntas en esto.

Ellas están juntas en esto.

─Esta bien..─ Finalmente dijo, lanzándole una mirada de agradecimiento a la castaña por regresarla al mundo─Sólo quedaban tres millas hacia Jarrow, podemos dormir ahí en algún lado─ Todas asintieron, suspirando en alivio a que finalmente todas estaban de acuerdo en abandonar el jodido auto. Tomaron sus pertenencias, que constaban en simples mochilas que habían empacado en cuanto Lauren las había llamado, a excepción de la rubia, que sólo cargaba con el constante ardor de la herida.

Camila, Jade y Lauren empujaron el auto hasta la orilla de la carretera, ni siquiera se molestaron en esconderlo o algo por el estilo porqué, ¿qué caso tenía? Tal vez para cuando lo encuentren ellas estarían bastante lejos y podría ser vinculado a otra clase de robo, no necesariamente contra ellas.

El frío les había dado la bienvenida en cuanto habían salido del auto, pero parecía una ventizca helada conforme comenzaban a caminar. Era algo normal después de todo, estaban en noviembre, donde las lluvias eran constantes y el las Brisas más frías de lo normal, sin embargo, había algo más en este noche que parecía ser nuevamente una clase de karma. Tal vez en realidad lo estaban alucinando, y lo único que necesitaban hacer era descansar para así dejar que todo parecía estar en contra de ellas porque.. Honestamente no lo estaba. No aún.

─Dijiste tres millas, ¿no es así?─ Preguntó Jade cuando habían pasado el segundo letrero que indicaba que faltaban cinco minutos para que Jarrow les diera la bienvenida. Comenzaba a creer que eran más de tres millas.

─Por supuesto..─Contesto la ojiverde, cambiando la correa de su mochila hacia su hombro izquierdo para así poder tomar la mano de la castaña cómodamente, acercándola más a su cuerpo para que así de alguna manera, el frío en su cálido cuerpo bajara un poco. Ellas estaban del lado derecho de la carretera, donde el río colindaba, porque la luna reflejada en el agua era mucho mejor que la completa obscuridad a su izquierda, de lado del parque estatal.

Handle This-. Camren & JerrieWhere stories live. Discover now