Capítulo 17

23.2K 1.9K 209
                                    

—¿Qué? No, no, no, no. Tú no entiendes, Jerry. Tienes que dejarme entrar. No puedo no entrar a clase. Tengo muchos exámenes hoy y no quiero perder curso y... —dije desesperadamente y el portero me miró con compasión.

—No te lo tomes tan a pecho, Emma. No es nada personal —dijo él—. Pero tengo esta carta que dice que estás suspendida por una pelea que iniciaste ayer y no puedo dejarte entrar.

—Vamos, me conoces de toda la vida. Tienes que dejarme entrar —dije—. Yo no inicié esa pelea y no estoy suspendida. Déjame ir a ver al director y verás que tengo razón.

—El director no está hoy, al parecer pescó algo ayer por la tarde y ahora está enfermo en su casa —dijo Jerry.

—Entonces administración. Tú no comprendes, tienes que dejarme entrar.

—Tranquila, no es el fin del mundo —dijo él y me ofreció una sonrisa—. Vuelve a casa, tómate el día libre, duerme un poco y disfruta del día. Lloverá. Desearía poder ausentarme también pero debo cumplir con mi trabajo.

—Vete, me quedaré yo de portera si quieres pero no puedes enviarme de regreso a casa.

—Lo siento Emma, estás suspendida —dijo Jerry—. Vuelve a tu casa.

Me alejé y tiré de mi cabello mientras intentaba mantener la calma. Me culpé enseguida por no haberlo previsto. ¿Cómo pude ser tan estúpida? Ahora estaba atrapada, aquí afuera del instituto y sin poder entrar, y Andy estaba dentro sin saber que yo no estaba allí y a completo merced de Sam y Victor. Enseguida tomé mi móvil para advertirle y contuve un improperio al ver que no tenía servicio. Nada de esto me parecía una coincidencia. Ni mi repentina suspensión, ni la ausencia del director, ni mi falta de señal. Lo sabía, las coincidencias no existían para mí.

Sonreí internamente, ellos no habían considerado la opción de mi otro teléfono. Le mandé un rápido mensaje a Andy advirtiéndole que tuviera cuidado pero casi enseguida el aparato me respondió con un error de envío. Solté una maldición. No me sorprendía que ellos también hubieran dejado fuera de servicio el teléfono de Andy. Miré sobre mi hombro. Necesitaba decirle, hacer algo. ¿Pero qué? Si entraba me sacarían, no solo eso sino que estaría en más problemas y esto podría terminar mucho peor de lo que ya estaba.

Suspiré, completamente frustrada. Intenté convencerme que esta no era una crisis. ¿Y qué si Sam y Victor me habían dejado fuera de juego por esta mañana? Eso no implicaba que ellos tenían planeado hacer su movimiento entonces, de hecho ellos no podían hacer nada. No con Drake allí, no conmigo afuera sabiendo que fácilmente podría ponerles al MI6 encima. Me dije que esto no era tan malo, que Andy no corría ningún peligro estando sin mí en el instituto y además él era lo suficientemente inteligente como para mantenerse alejado del par de hermanos. Y tal vez, con un poco de suerte, ellos no habrían asistido tampoco.

La mañana había sido un rápido destello luego de saber que estaba tarde. De algún modo seguramente cuestionable a nivel legal y moral Diana se había ocupado de traer tanto mi uniforme y mi bolso como la vestimenta y mochila de Andy. Una rápida ducha, un café comprado de improviso y una corrida al bus había logrado que pudiéramos estar a tiempo en el instituto. Por más que Andy se había mostrado callado al principio me había sonreído para asegurarme que todo estaba bien y luego hecho casuales preguntas, como si todo continuara igual. Y le demostré que así era. Él se había adelantado en entrar al instituto, dándome tiempo y dejándome sola para que pudiera estar con Jack. Le había prometido que entraría detrás, Andy confiaba en que yo estaría cerca para ayudarlo o intervenir en caso de ser necesario. Le había fallado.

Hice mi camino de regreso a la parada de bus, tal vez todo esto tan solo era una distracción. Era difícil saberlo. Victor podía ser bruto y agresivo, complacido de causar daño, pero Sam lo dominaba y era el cerebro detrás. Victor no podía simplemente iniciar una pelea en el instituto o ir tras Andy, y Sam no se lo permitiría, era arriesgado y no valía la pena. Y quizás debería aprovechar este día libre, después de todo el Servicio Secreto no podía culparme por estar suspendida y tal vez, si hablaba con ellos, podría conseguir entrar al instituto para el mediodía.

Valentino (Pandora #2) **Disponible en físico y e-book**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora