Hola, Señor Gato

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第 2 章

Abai estaba recostado a los pies de Guo Xiang, quien le coloco un tazón lleno de comida para gatos frente a él. Era el sabor favorito de Abai.

Pero no tiene humor para comer.

Ahora está un poco avergonzado, un poco asustado, un poco nervioso y un poco emocionado.

¡Porque se dio cuenta que su propietario, este joven llamado Guo Xiang, probablemente sea un criminal buscado!

Esto no se debe a que está adivinando salvajemente, sino totalmente basado en hechos.

Después de que salieron de la pequeña casa de alquiler, Guo Xiang primero tomó el taxi a la estación, después tomó el autobús de larga distancia a otra pequeña ciudad y luego tomó un automóvil desde esa pequeña ciudad a un pequeño pueblo, todo el camino a toda prisa. ¿Acaso evitaba a alguien?

Más importante aún, en la estación de transportes, cada vez que vio a la policía cara a cara, ¡Guo Xiang los evitará y se iba conscientemente!

     -Si no tienes una conciencia culpable, ¿por qué deberías hacer esto?

Abai suspiró y miró con tristeza la comida para gatos frente a él.

     - ¿Qué demonios es esto?

Primero se convirtió en un gato, luego perdió la memoria, y finalmente encontró un amo bastante confiable, pero, ¿el resultado es que el amo es realmente un fugitivo?!

Aunque no sabe la razón por la que es buscado Guo Xiang, cree que este joven no debería estar tan enojado como para matar gatos, así que ...

       -Todavía me quedare por un tiempo.

"¿Por qué no te lo comes? ¿No es este tu sabor favorito?" Guo Xiang olisqueó y sorbió los fideos instantáneos, sin olvidar preguntarle a Abai.

Aunque no cree que Abai pueda entender, Abai puede ser considerado como el gato más inteligente que jamás haya visto.

En el camino, Guo Xiang no tomó deliberadamente a Abai entre sus brazos, pero este gran gato amarillo siempre puede seguirlo de cerca, y en público, se mantendrá lejos de él, para evitar que las otras personas vieran algo extraño.

      - ¿Se puede decir que esto es realmente un gato?

Guo Xiang extendió la mano y señaló el oído de Abai.

Las orejas del gato temblaron sensiblemente, y el gran gato amarillo lo miró y asintió con la cabeza, como si estuviera preguntando algo.

Guo Yan le acarició la cabeza: "Date prisa, tenemos que ir a otro lugar por la noche".

       - ¿Quieres cambiar de lugar?

Abai realmente quería llorar, se sentó en el auto y estaba a punto de vomitar.

Ahora su estado de ánimo es muy contradictorio: espera que Guo Xiang pueda ser llevado ante la justicia lo antes posible, para no volver a cometer delitos, pero no quiere que lo atrapen demasiado pronto, lo que significa que no quiere perder a su dueño.

Ah, la vida siempre está en una encrucijada y debes enfrentar varias opciones.

De pueblo en pueblo, finalmente vivieron un día relativamente tranquila.

Pero cuanto más se llevaban bien, más descubría Abai, que la persona Guo Xiang estaba llena de misterios.

Por ejemplo, cuando la noche es tranquila, Guo Xiang a menudo observa una foto.