Hola, Señor Gato

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第 1 章

-¡Corre más rápido, date prisa!

-¡Solo escapa de aquí y estarás a salvo!

Pensó jadeante, con un corazón palpitante en el pecho, su voz tan fuerte que incluso sus oídos no pudieron evitar temblar.

-¿he, espera?

-¿me estas escuchando?

Antes de que pudiera reaccionar, estaba en coma.

Cuando volvió a abrir los ojos, tuvo la sensación de que no quería dormir más en su vida, y también tuvo dolores en todo su cuerpo.

Luego hubo hambre evidente y un rugido en su estómago.

"mejor me levanto y salgo a buscar algo de comer afuera"- pensó, y luego apoyó las extremidades.

Parece que algo anda mal.

Inclinó la cabeza hacia la esponjosa panza de pelaje amarillo.

Estaba un poco lento, cerró los ojos y se mordió la lengua.

¡Duele!

Ok, no es un sueño

Abrió sus ojos de nuevo.

La Panza de pelaje amarillo, las esponjosas garras, los bigotes en la cara, las orejas se movían de un lado a la parte superior de la cabeza, como si todavía estuvieran puntiagudas ...

Él, como un ser humano, se convirtió en un animal desconocido.

Esto es realmente una gran broma.

¿Hoy es el día de los inocentes?

No pudo evitar gritar.

Pero sintió que su propia voz había sido contenida, y cambió a otros sonidos, que lo hicieron sentir como si se estrellara contra una pared.

Entonces escuchó -

Miau ~

¿Se convirtió en un gato?!!

¿Solo porque no recogió un gato callejero cuando pasó el montón de basura ayer por la mañana?!!

¡No, él no cree que Dios sea tan cruel consigo mismo!

Quiere llorar, pero no tiene lágrimas.

En este momento, llegaron pasos y un par de piernas delgadas aparecieron frente a el de inmediato.

La otra parte se inclinó y lo levantó.

Lo sostuvo en alto.

Y lo abrazo.

Espera, un abrazo ...

De acuerdo.

"Maullaste tan sombrío, creo que solo debes tener hambre, el dueño de la tienda de mascotas dijo que no estabas enfermo". Oyó al joven hablando consigo mismo.

Por desgracia, ya no tiene hambre, simplemente no puede aceptar este hecho cruel por el momento.

"¿miau, miau?" - (disculpa joven, ¿Qué pasa con el espejo de tu casa?)

"Bueno, lo sé, te daré un poco más de comida para gatos".

"¡Miau, miau, miau, miau!" - (No, no estoy preguntando esto, ¡estoy preguntando dónde está tu espejo!)

"Parece tener mucha hambre". El hombre incluso extendió la mano y le tocó el estómago.

Había renunciado a su lucha, miró débilmente la comida para gatos que tenía un olor extraño frente a él y olisqueó.