Es lo único que tenemos

V

-Julio ¿qué haces acá weon? Es de noche, alguien podría asaltarte o...

-¿Me dejas entrar?

Tu pregunta me toma por sorpresa, pero cuando reacciono tu ya estas extendiendo tu mano para que te ayude a levantarte y puedas entrar, siempre has sido de esta manera.

-Claro.

Tomo tu muñeca y jalo para que puedas pararte, pero cuando lo hago siento mi corazón acelerarse automáticamente mientras tu sonries aún más.

-Gracias Manu.

Entras a mi casa y veo como encajas tan bien en ella, después de todo, la decoramos juntos, tu y yo.

-Nada a cambiado, a excepción de este mueble, recuerdo que rompimos el antiguo estante y jamás lo reparamos, veo que lo cambiaste.

Verte caminando tan tranquilo me trae demasiados recuerdos, recuerdos que creí perdidos y que jamás creí que tu recordaras.

-Recuerdo este florero de acá, yo lo hice, realmente soy bueno en esto de las artesanias ¿no?

Verte me pone tan feliz Julio, ver que estas aquí nuevamente conmigo.

-Oh y esa lámpara, me la regalaste el día del aniversario de La Paz, realmente es bonita.

Pero a la vez me lastima.

-Hey Manu, ¿aún tienes ese luchito que te teji? Quisiera verlo, es de mis mejores creaciones.

Y te lastima, porque escucho tu voz quebrarse.

-Y ¿l-las pulseras? Recuerdo que te di unas c-cuantas.

Porque no estas conciente Julio, tomaste y por eso viniste, no porque quisieras realmente, solo fue un impulso.

-¿Manuel po-podrias decirme donde esta...

Pero no importa, porque te abrazo, te abrazo porque hace mucho que lo eh estado deseando.

-Te extrañe Julio, te extrañe tanto.

Y me aferro a ti, porque lo necesito.

-Yo... yo también te eh extrañado Manuel.

Y tu también lo haces porque nos extrañamos ambos, porque hace mucho queriamos vernos, porque no soy él único que se aferra a los recuerdos.

-Sabes que estoy tomado.

-Lo sé.

-Sabes que aún te odio.

-Y yo a ti.

-Entonces ¿por qué me estas abrazando?

-Porque te eh extrañado, y no estoy dispuesto a que lo único que tenemos muera.

-Deberias soltarme, dejarme ir y mandarme a mi casa.

-Debería, pero no.

-¿Por qué Manuel? ¿Por qué hacer esto?

-Porque esto... es lo único que tenemos.

Entonces sus ojos se cristalizaron, pero no aparto la vista de mi, nos miramos fijamente y entonces, mientras acariciaba su mejilla con cariño lo besé y él me correspondío, porque lo queriamos, queriamos besarnos otra vez, yo quería y quiero sentir sus labios golpeando los mios otra vez, quiero sentir sus brazos al rededor mio, quiero ser su todo otra vez y quiero que él sepa que sigue siendo él mío.

-Manu... yo...

-Solo esta noche más Julio, no te vayas, dejame ser tu todo esta noche más.

Julio me miró aún aturdido por el beso, pero después solo me sonrió con dulzura y enrollo sus brazos en mi cuello para besarnos nuevamente.

-Ya lo eres Manu.

Sonreí como todo el weon camote que era y besé nuevamente a Julio, lo besé y lo abrace como hace mucho ya no hacía, porque lo extrañaba y él me extrañaba a mi, lo besé y me sentí completo nuevamente, agarré su cintura con cariño y lo dirigí a nuestra habitación, la misma que nos había acogido por noches enteras y que sabía varios de nuestros secretos.

-Acuestate Julito.

-¿Julito? Creo que no soy el único borracho Manuel.

Rei al escucharlo y simplemente me acoste junto a él mientras lo abrazaba y me acomodaba entre la abertura de su cuello y hombro.

-Hueles a alcohol.

-Era un poco obvio, te dije que estoy algo tomado ¿te molesta?

-No realmente... también hueles a perfume de mango, me gusta... me gusta mucho.

Y comencé a besar su cuello como hace tiempo no hacia, besé y mordi un poco, porque es mío, Julio Paz aún es mío.

-Ma-Manuel y-yo...

-Shhh... todo esta bien Julio, tranquilo, confía en mi ¿si?

Y aunque él quizá no lo entendiera, esa pregunta lo era todo para mi.

-¿Confiarías nuevamente en mi Julio?

-Si Manuel... si.

Y con una sonrisa continue con los besos y caricias hacia él, porque aunque Julio no lo supiera, estaba agradecido por esta nueva oportunidad que me estaba brindando.