Cap. 28

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Miré al volcán y se podía notar como el humo salía, comencé a correr al pensar que podía hacer erupción, no podía permitir que después de tanto lugar muera una persona más. Mientras corría no me percate de que había un hoyo tapado por ramas, me dolió un poco la caída pero continué tratando de salir de allí.

—¡Maldición! ¿Ahora cómo escapo?. —Tomaba mi cabeza por el estrés.

Vi venir una culebra hacia mí «Lo que faltaba» me quedé inmóvil para ver si no me hacia nada pero no sirvió, se alargó hacia mí para morderme pero alguien la mató antes de hacerlo.

—Toma el palo. —Dijo una voz ronca.

Lo tomé y me levantó, al salir me coloqué boca arriba mientras respiraba, intentaba ver el rostro de aquel chico pero esa luz no me permitía mirarlo, me dio la mano para ponerme de pie y allí noté que era una clase de indio, este era de piel morena, calvo y alto, bestia con un tapa rabo solamente y estaba maquillado con diversos colores en su rostro y cuerpo, tenía plumas como collares y pulseras y una serpiente disecada como sombrero.

—¿A dónde va?. —Preguntó él serio.

—Necesito subir al volcán ¿Podría ayudarme?. —Estaba un poco asustada.

—Si, cuidado. Hay tigres, leones, serpientes y demás animales salvajes aquí.

—Vamos por favor, no me deje sola. —Lo tomé del brazo.

—Cuidado. —Gritó.

Me empujó haciéndome caer, un león se le lanzo encima y comenzó a comérselo, grité del miedo pero al ver que ese animal venía hacia mí me quedé inmóvil, no respiraba y mucho menos me movía, comenzó a olerme y de un momento a otro se marcho con el cuerpo de ese muchacho en su boca, tomé el bolso que cargaba y para mi suerte habían muchas armas, largas y pequeñas. Corrí mirando hacia todos lados con una lanza en mí mano, escuché un ruido a mi espalda y me di la vuelta, era una culera, la maté al instante con la lanza picándola en dos, continué mi camino y ya veía cerca el volcán hasta que me percaté que al rededor de esté estaban cinco leones dormidos.

—¿Qué voy a hacer?. —Estaba aterrada.

Caminé con cuidado de no despertarlos pero alguien apareció, era una niña, le hacia señas para que esta se fuera pero no quiso, caminé cuidadosamente hacia ella pero se alejó quebrando una rama. Miré hacia los leones y estos ya estaban despiertos.

—¡Corre!. —Le grité.

Ella comenzó a correr y un león intentó perseguirla pero con la lanza logré matarlo, se la lance con tanta fuerza que esta quedó incrustada en su cabeza, los otros cuatros vinieron hacia mí, lance todas las armas que habían en el bolso al suelo y tomé un cuchillo afilado, uno de ellos salto hacia donde me encontraba pero fui más rápida y le enterré el cuchillo en su panza. Me di la vuelta a ver si la niña se había ido pero esta estaba recostada en un árbol «Tal vez trataba de esconderse» coloqué nuevamente mi vista en los leones y me percaté que faltaba uno de entre los tres, aproveché y le enterré a uno el cuchillo en el cráneo, el otro se me lanzó y le corte un pedazo de la cara con un hacha, comencé a buscar al otro pero no lograba verlo, me acerqué a la niña y me sorprendí al ver que el león se había comido la mitad de su cuerpo, tomé el hacha y lo maté.

Esa luz empezó a encogerse, no se que significaba pero corrí a buscar a los chicos. Comencé a subir aquel inmenso volcán, me sorprendía lo rocoso que era este «Bueno, a la final es el mundo de Valmon». Al ya haber subido los vi, estaban amarrados dentro del volcán, la lava cada vez aumentaba cada vez más, ellos gritaban del miedo creyendo creyendo que morirían, yo me preguntaba «¿Qué haré para sacarlos de allí?».

No te metas con ella [Borrador]Where stories live. Discover now