Heridas que se desvanecen

Capítulo 3

Yo nunca supe
Nunca supe que todo estaba cayendose a pedazos
Que todos a quienes conocía estaban esperando una señal
Para volverse y correr cuando todo lo que necesitaba era la verdad
Pero así es como tiene que ser
A fin de cuentas no es más que apatía
Prefiero huir en sentido opuesto a quedarme y ver
El humo y quien todavia esta parado cuando se esfume.

— Over my head. (The Fray)
__________________________________________

— Toc- Toc, ¿se puede?

Danielle levanta la cabeza desviando la atención de sus libros de economía para dirigirla a mí. Parece que estaba estudiando puesto que su escritorio está desparramado de folios, libros y cuadernos.Su cabello pelirrojo ahora ya está recogido en un moño flojo sobre su cabeza. Acomoda sus gafas de pasta negra y acomodándose sobre su silla dice — Claro, pasa Rach. Ven cuéntame— palmea sobre su cama para que me acerque a ella.

Me dirijo hasta su cama y tomó asiento quedando frente a ella quien deja el libro de lado para enfocarse sólo en mí.

—¿Y bien? ¿Qué tal el viaje?

— Realmente fue bueno. La pasé con mi familia a quien desde que entré a la universidad no he visto mucho. Mamá se la pasó increíble, le preparamos sus postres favoritos y mis tías se encargaron de la comida...—suspiro — Supongo que fue una buena decisión irme por todo el fin de semana y no solamente un día.

Danielle, al verme así opta por comentar — Obvio. Es bueno que pases tiempo con tu mamá. Y no tenías que faltar a su cumpleaños. Es decir, es tu mamá —dice esto último obviando el hecho. — Lo que realmente quiero saber es, ¿te sirvió este pequeño lapso de tiempo para meditar sobre tu ruptura?

La pregunta me toma desprevenida, ya sabía yo que algo así iba a preguntar pero eso no quiere decir que estaba preparada para contestarla, sin embargo, debo ser sincera —¿La verdad?

Asiente.

Suspiro y me acomodo sobre su cama — Sí, lo pensé, razoné sobre la situación, la medité y... y aún así no entiendo en donde está el punto de caída. No logro encontrar un motivo por el cual Ian me engañaría, o , simplemente, tal vez no lo quiero ver....pero, ¡Es que no lo entiendo! — expreso.

—Vale. Cálmate. —pide — Cuéntame todo, porque te fuiste de aquí con un "Mi relación con Ian acabó, regreso el domingo por la noche" y sólo tomaste tus maletas y saliste por esa puerta.

Tiene razón, eso fue exactamente lo que hice.

Tomo una respiración profunda —Ian... Ian me engañó.

—¡¡¿Qué?!!

— Como lo escuchas...

—¿Te mintió?

—No, o bueno también, pero me engañó.

—¿Cómo? ¿Con otra mujer? — abre los ojos.

Asiento.

—¿Por qué?

—Dijo que no me amaba lo suficiente...

Sacude sus cabeza levemente en negación — Quiero decir, ¿Tú has visto cómo te miraba? —inquiere a lo que yo le miro confundida — Él te miraba como si fueses lo más hermoso y valioso de su jodida vida, sus ojos brillaban tanto que a veces hasta me preguntaba cómo es que existen personas que amaban demasiado a otras. No creía en nada de los príncipes azules y esas tontas historias de amor pero, Joder, hasta él me hizo replantearme la idea de una relación futura.