💫

190 28 11
                                    

—Dime... ¿Qué demonios haces aquí?— Krest sobó el puente de su nariz mientras cerraba los ojos. 

—Mystoria me dio tu dirección. 

Okey, ahora sí que estaba sorprendido e irritado: ¿Por qué carajos Zaphiri Antares, el vocalista de la banda del momento, estaba arranado en su sillón de la estancia? 

Pero antes, déjenme ponerlos en contexto... 

Después de terminar sus tratos en su oficina tuvo que sacar casi a patadas al moreno porque estaba haciendo un super berrinche debido al hambre que tenía al no haber comido nada antes de la reunión con Itia y como su último recurso decidió sacarlo casi de la oreja y arrastrarlo hasta el Burguer King que estaba en la esquina de la estación, con el previo permiso del idiota de Itia, por supuesto. 

No lo diría en voz alta jamás en la vida, pero ese chico podía llegar a ser muy adorable, je, solo era cuestión de verlo cuando cuando comía, es decir, con esas mejillas regordetas a causa de todo lo que se metía a la boca fue lo que lo orilló a pensar que era adorable algunas veces; se libró de él dos horas después argumentando que no era su estúpida niñera debido a que le obligó a acompañarlo a una tienda de cómics, argumentando que a falta de sus amigos tendría que acompañarlo él.

La verdad, pensó que sería peor por la pequeña escena que montó en la agencia donde casi se puso a patalear en el suelo, pero su compañía era más grata de lo que pensó y aunque fue breve, ese momento le sirvió para olvidar un poco todo lo que estaba en su cabeza dando vueltas una y otra vez. 

Sin embargo, todo tiene un límite y a pesar de que Krest gozaba de una paciencia casi infinita, se acabó cuando Zaphiri comenzó a molestarlo con chistes dirigidos hacia su persona.

"¿Cuántos limones comiste esta mañana?" "Naciste con esa cara ¿verdad?" "¿Te ríes cada año bisiesto?" "Oye me acaban de llamar del siglo pasado, quieren que les devuelvas su ropa" "¿No te escapaste de algún jardín, gnomo"

Todo tipo de comentarios de este tipo salían de la boca del moreno, causando el enojo y fastidio de Krest quien a pesar de sus inmensos intentos por no caer en sus provocaciones, terminó por casi lanzarlo de un puente. Los siguientes tres días Zaphiri había ido a su oficina con el simple afán de molestarlo, decía que era divertido ver la evolución de su cara y el tono de su voz al renegar y molestarse.

¡Incluso ya tenía su número de teléfono! 

Y le mandaba mensajes sin sentido y preguntas que no tenían contexto alguno, al principio le hacían gracia pero después empezó a subir la intensidad de sus preguntas tipo como: ¿Eres virgen? ¿Por qué sigues soltero? ¿Participarías en un trío? 

No iba a contestar ninguna de esas preguntas ni estando borracho y el heleno probablemente lo sabía, aún así le fastidiaba con cada una de ellas. 

—De cualquier manera ¿A qué rayos viniste?— preguntó el galo con genuino fastidio. 

—Solo vine a robarte un poco de comida— respondió con sinceridad, algo que terminó por hacer enfadar al cubito. 

—No tengo comida— cruzó los brazos como si de un niño se tratara, poniéndose al mismo nivel que el otro chico.

—Pues prepara algo— cerró los ojos y colocó sus manos detrás de la cabeza. 

Un largo momento de silencio se extendió en silencio, con Krest luchando por admitir que solamente sabía lo básico en cuanto a la materia de cocina se refería, no es como si se creyera el mejor chef del mundo, de hecho, solo cocinaba por mera necesidad básica porque la verdad era un desastre en cuanto a gastronomía se trataba. 

Stage (Zaphiri x Krest)Where stories live. Discover now