III. Mi amiga la noche

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Llegó la noche,
tan triste como es ella,
una lluvia de estrellas
posando en su negro mar.

Tan coquetas y sonrientes
se dejan admirar
de todos los perdidos
que vagando van.

Miradas suplicantes y anhelantes
se posan sobre la luna,
esperando una respuesta,
anhelando entender "por qué".

El zorro llorando esta,
sabe que su estrella favorita
en el cielo equivocado
nadando va.

Llora de alegría
pues ella alegre está,
llora, porque no la puede alcanzar,
llora, porque sólo la puede admirar. 

Una estrella habló
más nadie la escucho,
cometa voló y se estrelló.
Fragmentos de un corazón.

Negro y maravilloso mar
de inmensidad te pintas,
inalcanzable como aquél atardecer
una trompeta te anuncia
Cuál amarillo y café.

Oh, amiga mía,
tu soledad se refleja
en mis pupilas,
tu tristeza no pasa
desapercibida.

Los habitantes te contemplan
se desviven por preguntar,
que en tus vastos pliegues
acogen al amor,
amor real.

Ése el cuál la luna
nunca hablará, nunca arrancará,
silencio marcado con
la dulzura de su amor, cobijará

¿Qué se siente tener
a la estrella más
brillante y amarilla,
rozarse en el mismo mar
y no poderla tocar?

Sentimientos atrapadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora