II. Mi falsa libertad

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El campo,
sitio de increíble
majestuosidad, abundante
vegetación y poca civilización,

El dormitar de los habitantes,
al ocaso se da más sus trabajos
comienzan con el sol.

Paisajes helados acogen su color,
grandes montañas con habitantes
dentro de ellas reposan
y se alimentan de su verde dulzor.

Mis favoritos;
aquellos animalitos de
color blanco, manchas negras
adornan su blanca piel.

Caballos,
al son del viento danzan
felices con sus largas
cabelleras revoloteando van.

Aves,
aquellas dulces palomillas
el camino marcado del señor
viento las guiará a su libertad.

Libres y felices ellas van. 

Más mi alma con ellas se irá,
pues mi cuerpo inservible
sin alma que gozar, 
sufriendo se quedará,
gozando de una falsa libertad. 

Sin alas que flamear.
Pues han abierto la jaula
para que disfrute de mi falsa libertad
más engañada me tienen,
pues mis alas no están.

Sentimientos atrapadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora