*Narra Tin*
Lluvia. Frío. Luces de colores. Navidad. La fecha
más esperada del año por la gente estaba por
suceder. Pero no para mí. Faltaba un día para
navidad. Cada navidad se celebraba un año más
de mi ... violación.
Recuerdo muy bien cada detalle, mis padres
habían ido a rentar unas películas para ver ese
día (ya que no celebramos Navidad) y me
dejaron con mi tío, mis hermanas se fueron con
ellos.
—Tin, ven un momento.
Mi tío llamó de un lugar de la casa. Lo estuve
buscando por la sala, en la cocina, en cada
rincón hasta que me cansé. Agitado, puse mi
mano en la pared mientras la otra la tenía en el
corazón para sentir mi pulso acelerado.
—Tí...
Antes de poder llamar a mi tío, una mano cubrió
mi boca. Asustado, comencé a gritar pues
pensaba que era un ladrón pero la voz que pedía
mi silencio me era conocida, era mi tío.
—Shhh. Calla Tin, vamos a jugar un juego.
Era inocente para esa edad. Me tranquilicé y mi
tío se puso de cuclillas. No sabía que iba a
hacer cuando el cinturón café que sujetaba mis
jeans fue retirados y sus gruesas manos
desabotonaban y bajaban el cierre.
Estaba nervioso, no sabía que era lo que seguía.
Veía a mi tío sobarse la entrepierna. Sus manos
bajaron el resorte de mi pantalosito de Hulk y mi
pequeño pene salió al descubierto.
Mi corazón comenzó a palpitar cuando se lo
metió a la boca y comenzó a lamerlo. Yo no
hacia nada, no sabía qué hacer. Una de sus
manos tocó mi trasero y di un respingo,
sacando el miembro de su boca.
Su mirada seria me penetraba, se levantó y se
bajó el zipper del pantalón, sacando un enorme
miembro. Intenté salir corriendo pero
tropecé, pues tenía los pantalones a la altura de
la rodilla y me impedia correr.
Me tomó y me obligó a metermelo a la boca.
Comencé a llorar y me detuvo. Asi estuve por
un par de minutos, hasta que me pidió sentarme
sobre su pene.
Al principio me negué, tenia miedo. Pero no
podía hacer nada. Fue doloroso los primeros 2
centimetros, quería morirme cuando 9 estaban
dentro de mi y me sentia una tremenda basura
cuando los 24 centimetros ya estaban dentro de
mi. Estaba sangrando, era un ardor y dolor
tremendo.
—Vamos, maricón. Trágate todo, ahora eres mi
putita
Dijo mi tío cuando se vino en mi cara llena de
lágrimas y de su semen.
Eso se repitió por los siguientes años, cada
Navidad. Esta no sería la excepción, mi madre
me habia dicho que venía de visita y ella iría a
Londres . Me quedaría solo
con él. No podía negarme. El pagaba mis
estudios desde que comencé la secundaria. Mis
padres no pueden con todos los gastos. Era su
putita, así como fui con Ae. Fui la putita de
ambos, pero no más.
*Narra Can*
La estúpida campanilla del camión de basura me
habia despertado. Entro al baño y me meto a la
regadera, extrañaba a Tin. Levanto la cabeza y
dejo que el agua caiga por todo mi rostro.
Empiezo a recordarlo. A recordar su voz, a
recordar su tacto. A recordar su presencia a mi
lado, empiezo a sentirlo.
Por instinto, una de mis manos se va a mi pecho
y comienzo a apretar la tetilla mientras suelto
gemidos al nombre de Tin. Me lo imagino
besando mi cuello. Me tiro al piso y me abro de
piernas. Lo siento, siento su presencia
seductora. Lo siento dentro de mi por primera
vez. Meto uno de mis dedos mojados por el agua
dentro de mi entrada algo estrecha. Lo meto y
lo saco mientras, con los ojos cerrados y
gimiendo, comienzo a masturbarme.
Nunca antes habia hecho eso, mi imaginación
estaba echada a andar. Sentia como Tin me
penetraba, hasta tocar fondo.
